DEBATES Y ENTREVISTAS

Steve Bannon se dejó “querer por los medios”

Steve Bannon fue “el ideólogo de la campaña de Donald Trump”, actual presidente de Estados Unidos, pero “se dejó querer por los medios; le ganó la vanidad”, de acuerdo con el internacionalista Rafael Fernández de Castro.

En la mesa de Despierta con Loret, Fernández de Castro llamó la atención sobre el libro Fire and Fury. Inside de Trump White House, escrito por Michael Wolf, en el cual Steve Bannon declaró que sobre la reunión “de junio de 2016, con los rusos, en la Torre Trump, que fue organizada por el hijo del presidente y por su yerno. Dijo que fue traicionera y antipatriótica, y que saliendo de ahí quería ir al FBI a denunciarlo”.

Para Gabriel Guerra Castellanos, la ruptura entre Trump y Bannon no nació a partir del libro y las declaraciones de Bannon, sino que “empezó por el conflicto por Alabama, donde Bannon decide que apoyará a un candidato que no es el que quiere Trump; lo impone, lo convence, obliga a Trump a apoyar a un acusado de pederastia, impresentable; entonces Roy Moore pierde y eso obliga a un primer rompimiento”. Incluso, explica el internacionalista, hay un primer enfrentamiento entre Ivanka Trump y Steve Bannon, porque “Ivanka dice que hay un lugar especial en el infierno para quienes abusan de los menores y Bannon señala que hay un lugar especial en el infierno para los republicanos que no entienden que no entienden”. Tras la confrontación, “viene la derrota y Bannon quedó fatal”.

Para Fernández de Castro, “no podemos quedarnos en el problema de Trump y Bannon; lo importante es lo que dice el libro. Cercanos a la Casa Blanca dicen que Trump estaba pálido cuando vio el texto, porque durante 20 meses le dio acceso al autor; lo dejó entrar a su casa y a la Casa Blanca porque pensó que era un libro a su favor y ahora ya sabemos que Ivanka se burla de la ignorancia de su papá; ya sabemos cómo se peina Trump y porqué a veces el pelo se le ve de color anaranjado; ya nos enteramos cómo come y por qué le gustan las hamburguesas; ya sabemos que no sabe leer, que le da flojera y que no llegó más allá del capítulo cuatro de la Constitución de Estados Unidos”.

Gabriel Guerra coincidió en que “el libro es demoledor” porque “cita a cercanos a Trump que lo menos que dicen es que es tonto e ignorante”. Pero, destaca, “Trump regresó del descanso con una colección de tuits increíble, porque en tres días rompió con Pakistán, que es un aliado estratégico contra el terrorismo; después rompe con los palestinos y amenaza con cortarles toda la ayuda, bueno, amenaza al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que es de donde reciben apoyo los palestinos. Y luego entra el pleito por quién tiene el botón más grande. Ya sabemos que Trump tiene un problema con los tamaños, porque antes se indignó con lo de las manos”.

Trump “venía de las vacaciones con una agenda ambiciosa”, acota Rafael Fernández de Castro, porque “logró la quita impositiva, que es un gran logró. Venía con fuerza, con tejido, con estrategia y el libro se lo termina. Se pone furioso y nos demuestra que son pelafustanes, arribistas, los que están en la Casa Blanca. En el libro dicen bien que no creían que iban a ganar, que estaban preocupados, porque no le convenía a sus negocios. Es terrible, es demoledor y nos demuestra que no estaba listo y no debe estar en el cargo que hoy ocupa”.

Lo del libro, dice Gabriel Guerra, “es importante, el rompimiento con Bannon es más importante, pero la estabilidad emocional de Trump la vemos completa. Terminó el año redondito, con una victoria, y entonces, una persona normal, empieza el año de perdonavidas, eres cortés; no llegas a pelearte con todos”.

Sin embargo, reconocieron ambos especialistas, estos problemas “no acaban con Trump; serán revuelo de diez días. No está al borde de caer, terminará sus cuatro años y en un descuido se reelige”.

 

(Con información de Despierta con Loret)

tfo