DEBATES Y ENTREVISTAS

Cómo van los candidatos en la carrera para 2018, análisis en Despierta

De cara al proceso electoral por la Presidencia de la República en 2018, los encuestadores “tenemos dos vertientes: la de partidos y la de candidatos. Con el voto por partido, la contienda está cerrada, pero Morena va arriba; luego el PAN y abajo el PRI”, eso “por partidos, sin contar al Frente (Ciudadano por México), porque si le sumas los 10 puntos de los otros partidos del Frente, ya despunta”, aseguró Jorge Buendía, de la consultora Buendía y Laredo.

Cuando le pones candidatos, explicó en la mesa de Despierta con Loret, “ahora Andrés Manuel López Obrador está por encima, porque lo conocen más personas y tiene más menciones positivas; tiene seis puntos porcentuales por encima de cualquier candidato del Frente y ocho por encima de cualquier candidato de PRI”.

Francisco Abundis, de Parametría, explicó que en esta ocasión los encuestadores deberán tomar en cuenta “mediciones por candidato, por partido, con Frente, sin Frente, con independientes, sin independientes”. Destacó que, “a partir de octubre, de la mayor parte de las mediciones ya no coincidimos. En general teníamos bastante consenso, con Morena, el PAN y el PRI, por partido, pero en el último mes se han publicado mediciones con el PRI en primero o en segundo; Morena es el único que lleva más regularidad; a eso le sumas la complejidad del Frente, luego si le metes el independiente, depende del análisis, se creería que le quita al Frente, pero también le quita a Morena”.

Para Jorge Buendía, los independientes le quitan a Morena, “en parte porque tiene su base electoral entre los antisistema; Margarita también le quita a Morena, pero también le quita al ‘Bronco’. El voto partidista está más cohesionado, le pongas a quien le pongas, un panista tradicional va a votar por su partido”.

El director de Buendía y Laredo pidió tener en cuenta “que no mencionamos al grupo de personas que no contesta, que suman 28%, puede ser por indecisos o gente que no quiere ir a votar o voto oculto; pero es un factor que mete muchas variaciones al hacer el análisis”.

Al factor de los que no contestan, señaló Francisco Abundis, “hay que agregar el momento antes de la elección. Ahora los partidos no tienen candidatos; el más consolidado es el único partido que tiene candidato, pero esto va a servir para ver cómo el candidato mueve su voto. El presidente tuvo su momento más bajo de reconocimiento en enero, por el aumento en los precios de la gasolina, pero ahora está moviéndose de allí hacia arriba; no sabemos si tiene que ver con los sismos, por la mucha presencia mediática, y eventualmente el incremento en la aprobación presidencial puede volverse mayor apoyo al PRI”.

Para Jorge Buendía, “la elección va a ser de tres candidatos; el electorado está fragmentado; quien tenga 35% de los votos se llevará el triunfo, estamos a tercios o dos partido y medio. De los independientes, estimamos que a entre 15 y 20 por ciento le gustaría un independiente, es un voto anti-PRI, y si no hubiera un independiente, eso puede hacer que despunte una de las fuerzas opositoras”.

Abundis concordó en que “por lo pronto la elección es de tres, pero la breve historia de 2000 a 2012, acaba en voto estratégico, donde se concentra en dos y otro queda muy rezagado. Veremos cómo sigue y veremos cómo sirven estas mediciones para hacer historia”.

Buendía consideró que la elección se mueve “con dos ejes: PRI y anti-PRI, y el eje AMLO y anti-AMLO. Entre los votantes de Acción Nacional, 53% te dice que es peor que gane el PRI y 32% te dice que es peor que gane López Obrador. En la Ciudad de México es patente el rechazo de los panistas al PRI, pero en el norte será diferente. En el sur, si la tercera fuerza, tenemos que ver a dónde va a caer, porque si se cae AMLO, no veo a los simpatizantes de Morena cayendo hacia el PAN. Es decir, a nivel regional, hay dos fuerzas; Acción Nacional no tiene mucha presencia en el sur y Andrés Manuel López Obrador no tiene mucha presencia en otros estados”.

Francisco Abundis explicó que “en la elección de 2018 vamos a tener algo que en inglés se conoce como efecto coletazo, que es cuando una elección federal afecta a las locales; ahora estamos viendo un efecto coletazo al revés, porque las elecciones locales van a tener efecto en la elección presidencial”.

Señaló que “hay un voto anti-PRI, pero también un voto anti-AMLO. Lo único seguro es que hay un ambiente anti-régimen; hace doce años había una mayor distancia, pero la campaña cerró la brecha”.

Coincidieron en el hecho de que si “no hay independientes se favorecen Andrés Manuel López Obrador y luego al Frente. Que sí haya independientes favorece al PRI”.

El tema, dijo Abundis, “es que son poco conocidos los contendientes, al PRI le conviene representar expectativa de cambio, hay aspirantes muy identificados, Meade combina parte panista, parte priista y esa ambivalencia lo puede hacer atractivo; alguien más identificado tendrá problemas”.

En la elección del candidato, el PRI “tiene dos problemas; necesita un candidato que unifique al interior del partido y otro que unifique al exterior. La ventaja que podría tener Meade es que no ser tan conocido puede ser su principal activo, porque puedes construir una campaña que no lo ate al partido, pero, al interior, Meade podría tener problemas para transitar en propio partido”.

El problema del Frente, coincidieron, “es que estén seguros de quién puede cohesionar mejor el voto, porque no sé qué haría un panista si tiene que votar por Miguel Ángel Mancera; pero quienes simpatizan por el PAN van a votar por quien les ponga el partido”.

Para Francisco Abundis, “sería ideal que el candidato del Frente fuera el gobernador de Chihuahua, que es el primer activo de esta alianza, pero creo que debe seguir un panista, que es el que tiene el mayor activo político, que aporta más y divide menos”. (Con información de Despierta con Loret)

 

 

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