ESTADOS UNIDOS

México colaboró con la CIA en investigación tras asesinato de JFK, según documentos desclasificados

La visita del asesino de John F. Kennedy a México, días antes del magnicidio, ocupó centenares de los 2 mil 800 documentos del caso desclasificados ayer por el gobierno de Estados Unidos. Los archivos dejan ver la libre operación de los agentes de la CIA en territorio mexicano, infiltrados incluso dentro de las embajadas de Cuba y la Unión Soviética con conocimiento del gobierno de México.

También se documenta una colaboración sin cuestionamientos por parte del Gobierno mexicano, que en esa crisis provocada por el homicidio acató instrucciones de detener a sospechosos.

La primera instrucción llegó el 23 de noviembre de 1963, un día después del crimen. En un cable enviado por el jefe de la CIA en México, Winston Scott, a Luis Echeverría Álvarez, entonces subsecretario de Gobernación, le indicaba que detuviera secretamente a Silvia T. Durán, mexicana empleada en la embajada de Cuba en México y quien presuntamente había contactado a Lee Harvey Oswald con la embajada soviética, cuando llegó a solicitar una visa. Pedía que la mantuvieran incomunicada.

La misión fue cumplida por el capitán del Ejército Fernando Gutiérrez Barrios, que años después se convirtió en secretario de Gobernación. Gutiérrez Barrios la interrogó personalmente y envió a la CIA la transcripción de lo que dijo. Fue liberada días después con la advertencia de que sería extraditada a Estados Unidos si hablaba.

La investigación incluyó seguimiento e informes sobre la vida del embajador de Cuba en México, Eusebio Azcué y su familia. También de las hermanas del presidente cubano Fidel Castro y de la familia del general Lázaro Cárdenas.

La CIA solicitó a sus agentes secretos dentro del Gobierno mexicano información sobre conocidos intelectuales como Elena Garro, que tenía amistad con Silvia Durán. A dos agentes identificados con las claves Litempo 7 y Litempo 9 les asignó dar detalles de Octavio Paz y Emilio Carballido.

El presidente Donald Trump ordenó mantener en secreto otros 300 documentos del caso. La CIA y el FBI se opusieron durante décadas a la liberación de los archivos dados a conocer ayer, con el argumento de que podrían hacer caer al Gobierno mexicano.

Con información de Despierta con Loret

MLV