El juez federal Harry Leinenweber emitió su fallo un mes después de que boqueara preliminarmente el intento del gobierno de condicionar la entrega de las subvenciones a dos nuevas exigencias: que las ciudades le avisen a los agentes de inmigración cuando alguien que está en el país sin permiso esté a punto de ser liberado de la cárcel, y permitir que dichos agentes tengan fácil acceso a las prisiones locales.
El secretario de Justicia, Jeff Sessions, alegó que es improcedente aplicar una orden a nivel nacional en un caso planteado por Chicago y que la decisión debía ser válida solo para esa ciudad.
Leinenweber reconoció en su fallo escrito que la gran amplitud del congelamiento que impuso era un “remedio extraordinario” al que un juez federal no debía recurrir a la ligera. Sin embargo, señaló que los aspectos jurídicos del caso en Chicago tienen consecuencias en las ciudades y condados a nivel nacional y por ende procedía una suspensión en todo el país.
“Una suspensión de la medida (que solo fuera aplicable a Chicago) permitiría al secretario de Justicia continuar aplicando las condiciones posiblemente inválidas contra (las ciudades que solicitaran las subvenciones para la seguridad pública)”, escribió.
“Esta realidad va en contra del estado de derecho y del papel de los tribunales de garantizar el cumplimiento del estado de derecho”, agregó.
Con información de AP.
RAMG