El despliegue judicial ha permitido procesar 2,700 casos adicionales a los que normalmente enfrenta el sistema judicial de inmigración y, como resultado, se ha aumentado en un 21% la cifra de procesos resueltos en todo el país, también en la frontera entre Estados Unidos y México.
El envío de jueces a centros de detención se produjo como resultado de una orden ejecutiva que firmó el pasado 25 de enero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En esa orden, Trump encomendaba a su fiscal general el deber de enviar jueces a los centros migratorios del país, donde la falta de personal ha sido un problema que denunciaron durante años grupos vinculados tanto al Partido Demócrata como al Partido Republicano.
Según datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), encargado de la gestión de esos centros, en Estados Unidos existen 112 instalaciones para recluir a inmigrantes.
RAMG