Autoridades sanitarias de Arizona detectaron en dos condados la bacteria causante de la peste y adviertieron que representa una amenaza potencialmente grave para las personas y sus mascotas. Hasta el momento no se han reportado muertes o casos en la región, pero se mantienen la alerta sanitaria.
El patógeno altamente infeccioso y mortífero, que cobró millones de vidas en la Edad Media y es causado por la bacteria Yersinia pestis, es lo suficientemente preocupante como para que los funcionarios de salud hayan emitido advertencias públicas sobre las pulgas, instando a los residentes a mantenerse alejados de animales que podrían contraer la infección.
Las autoridades de Salud Pública del condado de Navajo confirmaron que las pulgas en la zona han resultado positivas. La advertencia de salud pública sigue una notificación similar del Distrito de Servicios de Salud Pública del Condado de Coconino.
Ambos condados están situados en la parte norte de Arizona.
El Departamento de Salud del Condado de Navajo está instando al público a tomar precauciones para reducir el riesgo de exposición a esta grave enfermedad, la cual puede estar presente en pulgas, roedores, conejos y depredadores que se alimentan de estos animales”, advierte la salud pública. “La enfermedad puede transmitirse a los seres humanos y otros animales por la picadura de una pulga infectada o por contacto directo con un animal infectado”, aseguraron autoridades sanitarias de Arizona”.
Los funcionarios también instaron a las personas que viven, trabajan, acampan o visitan en estas áreas a tomar precauciones para reducir su riesgo de exposición, incluyendo evitar animales enfermos o muertos y evitar las madrigueras y pulgas de roedores.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) señalan que los estudios sugieren que los brotes de la plaga ocasionalmente ocurren en estados del suroeste de Estados Unidos como Arizona durante veranos más frescos que siguen inviernos húmedos.
Los síntomas de la peste incluyen inicio repentino de fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y debilidad y uno o más ganglios linfáticos hinchados, tiernos y dolorosos, según el CDC. Si no se trata, las bacterias pueden propagarse a otras partes del cuerpo.
Con información de The Washington Post y ABC News
HVI
