Durante una reunión que sostuvo este jueves con funcionarios del Pentágono para discutir los avances en la eliminación del “terrorismo islámico radical”, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que el Estado Islámico se está desmoronando.
“Lo estamos haciendo muy bien en nuestra lucha contra el EI, está cayendo rápido, muy rápido”, dijo al momento de llegar al Pentágono.
Los yihadistas están lejos de ser barridos, pero la administración de Trump puede presumir de importantes victorias contra los extremistas, que este mes perdieron la ciudad de Mosul, su bastión en Irak.
Trump firmó una orden ejecutiva poco después de asumir la presidencia, dando instrucciones a sus generales para que elaboraran un plan para erradicar a los yihadistas. Y aunque esta estrategia todavía no ha sido revelada por completo, algunas de sus partes ya se han puesto en práctica.
Igual que la administración Obama, la de Trump se apoya sobre todo en el poder aéreo y en el entrenamiento de tropas locales para que lleven adelante la guerra en Irak y Siria.
Una queja que había contra la administración Obama era que quería controlar cada detalle de las operaciones, lo que hacía muy lentos los avances. Trump le ha dado a Mattis más poder para tomar decisiones en lugar de verificar cada decisión con Washington.
Los críticos afirman que esto ha provocado mayores víctimas civiles en ciudades como Mosul o Raqa (Siria).
Trump también decidió armar a soldados kurdos que combaten al EI en Siria, algo que provocó protestas de parte de Turquía, que considera “terroristas” a estos combatientes.
FJMM