ECONOMíA

EU presenta objetivos para renegociar el TLCAN; busca reducir déficit comercial con México

Estados Unidos delineó este lunes sus objetivos para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que incluyen la reducción del déficit comercial y la búsqueda de un mayor acceso de sus bienes a México y Canadá, así como la mejora de las condiciones laborales en los tres países.

Un mes antes del inicio de la renegociación del TLCAN, previsto para el próximo 16 de agosto, el gobierno estadounidense publicó una lista de prioridades que guiará a sus negociadores en el proceso y que el Congreso de Estados Unidos tendrá como referencia a la hora de validar el pacto que alcancen finalmente las tres naciones.

“Bajo el liderazgo del presidente Trump, el USTR negociará un acuerdo justo”, afirmó en un comunicado el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés), Robert Lighthizer.

La oficina del USTR destacó que esta es la primera vez que Estados Unidos incluye la reducción del déficit como objetivo específico de una negociación comercial, algo que tiene que ver principalmente con el comercio con México.

“Desde que el TLCAN entró en vigor en 1994, la balanza comercial bilateral de bienes de Estados Unidos con respecto a México ha pasado de un superávit de mil 300 millones de dólares a un déficit de 64 mil millones en 2016”, indica el comunicado.

Uno de los objetivos es, por tanto, “mejorar la balanza comercial de Estados Unidos y reducir el déficit comercial con los países que integran NAFTA (sigla en inglés del TLCAN)”, un objetivo que se fija en el intercambio de bienes, pero no en el de servicios.

Un informe publicado este mes por el centro de estudios Instituto Peterson de Economía Internacional advertía de que usar la renegociación como método para reducir el déficit de Estados Unidos con México podía llevar al fracaso de las conversaciones, porque un pacto comercial “es un vehículo ineficaz” para lograr ese objetivo.

El presidente Donald Trump sostiene un bate de béisbol durante un evento de ‘Made in America’ en la Casa Blanca. Reuters

Pero el gobierno de Trump parece decidido a intentar esa fórmula, y ha incluido también entre sus prioridades el acceso de sus bienes a los mercados mexicano y canadiense; y en particular, la entrada a Canadá de varios productos agrícolas como los lácteos, los vinos y los cereales.

Además, Estados Unidos hará hincapié en la eliminación de lo que considera “subsidios injustos” que dañan a sus exportaciones, además de la abolición de las “prácticas que distorsionan el mercado por parte de empresas estatales y las onerosas restricciones de propiedad intelectual”.

Entre los objetivos está también la inclusión en el TLCAN de los acuerdos relacionados con los derechos laborales y con la protección del medio ambiente, que ahora forman parte de pactos separados.

Estados Unidos también exigirá a México y Canadá que tengan “leyes que gobiernen las condiciones aceptables de trabajo”, y que “ajusten y mantengan en sus leyes y prácticas” los “estándares laborales reconocidos” en la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Ésos estándares deben incluir la libertad de asociación y de negociación colectiva, la eliminación del trabajo forzado y el trabajo infantil, y la eliminación de la discriminación relativa al empleo y la ocupación, según el documento del USTR.

Otra prioridad del gobierno de Trump es eliminar un mecanismo de solución de disputas comerciales conocido como “Capítulo 19”, que permite a las compañías apelar decisiones judiciales sobre casos de competencia desleal y similares en una comisión alternativa, algo que ha criticado la industria de la madera estadounidense.

Estados Unidos también quiere añadir al TLCAN un capítulo sobre economía digital con el fin de adecuarlo al siglo XXI, que a su juicio debería incluir compromisos de no imponer tasas de aduana a productos como el software o la transmisión por Internet de música, vídeos o libros electrónicos.

Asimismo, Estados Unidos buscará crear un “mecanismo apropiado que asegure que los países del TLCAN evitan manipular las tasas de cambio”, una curiosa exigencia dado que ni México ni Canadá han sido criticadas por Washington hasta ahora por manipular su divisa, pero que encaja con la dura retórica de Trump ante esa práctica por parte de China.

El Congreso estadounidense ha dado al gobierno de Trump autoridad de renegociar por su cuenta el TLCAN, pero deberá votar sobre lo negociado, y para ello se fijará en si el resultado de las conversaciones se ajusta a los objetivos delineados por el USTR.

La Oficina del USTR ha consultado a líderes empresariales y sindicales para recabar opiniones antes de redactar su lista de objetivos, que guiará a Estados Unidos cuando el próximo 16 de agosto comiencen las negociaciones.

Estados Unidos, México y Canadá quieren alcanzar un acuerdo sobre el nuevo TLCAN para comienzos de 2018, ya que el próximo año hay elecciones presidenciales en México, lo que añade presión al calendario de negociaciones.

FJMM