ECONOMíA

La pesadilla burocrática del Brexit

Aunque normalmente las cámaras de los medios de comunicación apuntan al número 10 de Downing Street, la Casa de Gobierno en Londres, por los siguientes 2 años, y posiblemente más, estarán dirigidas al número 9.

Y es que éste es el nuevo departamento, creado específicamente para el Brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

300 funcionarios públicos trabajarán aquí sin parar para intentar conseguir el mejor divorcio posible del club europeo.

Una cifra que se ha manejado mucho es la de 20 mil leyes y regulaciones que discutir y actualizar.

Pero hay expertos que opinan que la cifra es mucho más alta si se toman en cuenta los pequeños detalles. Y dicen que pueden ser en realidad hasta 50 mil.

Esto dicen algunos, hará que se descuiden otros aspectos.

De acuerdo con Sir Andrew Cahn, experto en inversión y comercio, “el enfoque político, la voluntad política, la energía política están dedicados al Brexit y eso significa que muchas otras cosas no se harán. Pero, eso es lo que es el Brexit”.

Otro ministerio recién creado es el Departamento para Comercio Internacional, diseñado para conseguir tratos con el extranjero después del Brexit, donde trabajan otros 1,500 funcionarios públicos.

Tanto es el peso sobre los burócratas que tendrán que ver por esto, que algunos ya hasta están pensando en ponerse en huelga si no reciben más apoyo.

El sindicato afirma que un paro general podría ser considerado.

Mark Servotka, representante del sindicato de Funcionarios Públicos, declaró que “algunas personas ya están sufriendo para lidiar con la carga de trabajo y el hecho que habrá toda clase de nuevas demandas a los departamentos del gobierno, cuando los recortes sean continuos la gente se preocupará. Hay mucho estrés y las personas creen que no hay un plan para implementar el Brexit”.

La primera ministra Theresa May, de visita en Medio Oriente, sigue afirmando convencida que se conseguirán los mejores tratos y a tiempo, y que Brexit será un éxito. Cuando el tiempo apremia, una huelga sería un duro revés a su confianza.

 

 

(Horacio Rocha Staines, corresponsal)

tfo