La American Federation of Labor-Congress of Industrial Organizations (AFL-CIO) sostuvo que los inmigrantes no son la fuente de los problemas de la economía estadounidense, sino una fuente crítica para poner límites al poder corporativo en Estados Unidos.
“Esto no se logrará deportando a migrantes ni haciéndolos chivos expiatorios de este precario mercado laboral, señaló la coalición sindical en una resolución.
La resolución de la más poderosa coalición sindical de Estados Unidos se produce una semana después que el presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, se reunió con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca.
Entre los asuntos que discutieron Trumka y Trump figuró el plan presidencial de infraestructura por un millón de millones de dólares para crear empleos y la política comercial del nuevo gobierno estadunidense.
“Millones de personas perderán su cobertura de salud gracias al plan introducido por los republicanos del Congreso, denunció Trumka después de su reunión con el presidente estadunidense.
En el tema migratorio, el Comité Ejecutivo de la AFL-CIO señaló que sus esfuerzos para organizar y representar a todos los trabajadores han cobrado un mayor “sentido de urgencia desde la toma de posesión de Trump”.
“Los inmigrantes y refugiados están siendo criminalizados y aterrorizados en nuestros centros de trabajo y comunidades”, denunció la resolución.
La AFL-CIO señaló en ese sentido que los sindicatos estadounidenses de una “cultura del miedo que existe ahora en todos los sectores de la economía estadunidense”.
“Este miedo hace menos probable que los trabajadores inmigrantes para reportar violaciones salariales y de horas de trabajo, o de las leyes de salud y seguridad, lo que erosiona las condiciones para todos”, señaló la coalición.
La AFL-CIO deploró en ese sentido que las políticas migratorias de la Casa Blanca empoderan a los empleadores a explotar a los trabajadores, al margen de su estatus y a confrontar la contratación colectiva.
RAMG