Guterres pide al mundo proteger los derechos humanos de migrantes

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, pidió al mundo resistir lo que denominó “intentos por readmitir la tortura”, como medio de lucha contra el terrorismo o de cualquier otra amenaza.

“Tenemos que resistir de manera contundente los llamamientos para reinstaurar la tortura porque es cobarde, produce información que no es útil y llena de vergüenza a cada país que la práctica”, dijo en su discurso durante la inauguración de la primera sesión anual del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

“Igualmente enfrentémonos a los esfuerzos por reinstaurar la pena de muerte y lo digo como ciudadano de un país (Portugal) que la abolió hace 150 años”, continuó el responsable.

En su intervención, Guterres denunció que los derechos humanos de los migrantes y refugiados están bajo ataque y, dirigiéndose nuevamente a los Estados, miembros de la ONU, los exhortó a que protejan a estos grupos “desposeídos y perseguidos”.

“El tráfico de personas está en aumento y vemos a tanta gente que huye de guerras, que la comunidad internacional no debe eludir sus responsabilidades”, reflexionó.

Les pidió que, por el contrario, hagan todo lo que está en su poder para restaurar la integridad del Régimen Internacional de Protección de los Refugiados que se basa en el derecho de todas las víctimas de violencia y persecución de ser acogidas por otros Estados mientras sus vidas corran peligro en su país de origen.

“Nuestro desafío aquí no es tanto compartir esta carga, sino compartir la responsabilidad”, recalcó el secretario general de la ONU.

De manera general, Guterres dijo que los derechos humanos están en un periodo “de emergencia”, que los abusos y violaciones son “una enfermedad que se está expandiendo” y que el trabajo del Consejo de Derechos Humanos “es parte de la cura”.

Guterres instó a los miembros del Consejo de Derechos Humanos -compuesto por 47 Estados- a actuar de manera imparcial, sin dobles raseros y a que rechace cualquier utilización política de los derechos humanos.

“La credibilidad del Consejo se basa en dar un tratamiento equilibrado a todos los Estados”, recordó.

LHE