Un reporte publicado en 2016 por la Oficina de Contabilidad del Gobierno de Estados Unidos calculó que un viaje del expresidente, Barack Obama, costaba a los contribuyentes alrededor de tres millones de dólares, por lo que se estima que cada salida de Donald Trump al club privado Mar-a-Lago, en Florida, podría tener un costo similar o mayor.
Cuando un presidente de Estados Unidos viaja, los costos de su hospedaje y alimentación deben ser cubierto por él, sin embargo, los mismos gastos para el Servicio Secreto son pagados por los contribuyentes.
Adicionalmente, cada hora de vuelo en el Air Force One, que cuesta 200 mil dólares, corre por la cuenta del Gobierno.
Trump no es el primer mandatario en ir los fines de semana a una residencia privada, sin embargo, antes de llegar a la Presidencia dijo que no saldría de la Casa Blanca porque tendría mucho trabajo que hacer.
Su esposa Melania y su hijo Barron no solo viajan desde Nueva York a Mar-a-Lago para encontrarse con él los fines de semana, sino que la vigilancia de su departamento en Manhattan cuesta medio millón de dólares al día. Si se quedan ahí hasta verano, el costo podría ser de hasta 70 millones de dólares.
Además, los hijos mayores del presidente son protegidos por el Servicio Secreto durante los viajes que hacen por el mundo, en representación de las empresas de su padre. Según The Washington Post, una reciente visita a Uruguay costó casi cien mil dólares por los gastos de hospedaje de la seguridad de Eric Trump.
Con información de Mercedes Migoya.
RMT
