María, de nueve años de edad, estudiante de cuarto grado primaria es una de las cuatro víctimas colaterales en los últimos días, a consecuencia de enfrentamientos entre delincuentes, en Sinaloa.
“Por qué sabiendo que estaban en medio de una comunidad, en la tienda donde había muchos niños, por qué se atrevieron a disparar. Por qué no fueron un poquito conscientes”, cuestiona Martina Guadalupe, maestra de María.
El pasado 22 de enero, María acompañó a una amiga a la vuelta de su casa para comprar un litro de leche, en una tienda en donde había niños y adultos.
“Dicen que llegaron y se pararon y dispararon para donde estaba toda la gente ahí. Así nomás. No les importó nada”, señaló Juan, padre de María.
En el lugar del ataque, en la colonia El Palmito, en el centro de Culiacán, Sinaloa, una bala del fuego cruzado entre delincuentes hizo blanco en el pecho de María.
El papá de María narró que escucho los balazos cuando él estaba en su casa y salió corriendo, “corrí como loco cuando miré que estaba tirada ahí, llegué y la agarré y corrí con ella pa’ la casa otra vez”.
Una bala perforó los pulmones y fracturó la columna vertebral de María.
Tras varios días en terapia intensiva, la semana pasada, María falleció.
Marco Antonio Mendoza, director de la escuela primaria donde asistía María dijo que lo “más triste es que son nuestros alumnos, nuestros niños a los que les cortan una posibilidad de poder crecer”.
Pidió “que hubiera un mayor respeto para los niños y para la ciudadanía”.
Antes de sepultarla, familiares, maestros y compañeros le rindieron un homenaje de cuerpo presente en su escuela.
La muerte de María se suma a la de los tres civiles muertos en Villa Juárez, Sinaloa, en enfrentamientos entre delincuentes registrados la semana pasada.
Hasta el momento, no hay detenidos.
Con información de Francisco Santa Anna.
RMT
