CRIMEN Y SEGURIDAD

Con Trump, las deportaciones son más fuertes: deportado mexicano

Alejandro Zárate ha sido deportado en cuatro ocasiones de Estados Unidos, pero esta vez, en la administración de Donald Trump, fue diferente.

Hace año y medio fue detenido cuando entró a una tienda a comprar un café y unas donas para ir a trabajar.

“Llegaron, cerraron las puertas y nadie podía salir a menos que tuvieran papeles de residencia permanente o papeles oficiales para poder estar en los Estados Unidos o permisos legales”, relató Zárate.

Tras haber cumplido una pena en prisión de un año ocho meses, por haber ingresado al país de manera ilegal, el miércoles pasado fue deportado.

Sostuvo que el método de deportación del actual gobierno estadounidense es distinto.

“Te ponen unas cadenas en los pies, otras en la cintura y te amarran con una cajita y otras aquí en las manos como si de veras debieras crímenes o hubieras hecho un delito muy grave… no te golpean, pero es pésimo, es desgastante que te traen de un lugar a otro y por las noches no te dejan dormir porque te sacan demasiadas huellas y huellas, también láser de los ojos, de los dientes, de la saliva”, detalló.

En Estados Unidos dejó a su pareja y a sus dos hijos, de cuatro y dos años de edad; planea regresar con ellos, pero no ahora, “después de que salga Donald Trump”, señaló.

Todos sus hermanos viven en Estados Unidos con temor a ser deportados. El gobierno tiene manera de saber dónde viven.

“Van y preguntan, dicen que buscan a alguien y después te preguntan a ti que si tienes papeles y después no los tienes y te sacan y todo se pierde, todo lo que trabajas se pierde… más ahora que está Donald Trump”, explicó.

Alejandro, el menor de 13 hermanos se fue a Estados Unidos hace 10 años, con el firme propósito de enviar dinero a sus padres, originarios de Michoacán.

Trabajó en los campos, enmarcando cuadros, haciendo trabajos de albañilería, jardinería y poniendo alfombras.

Este 14 de febrero es su cumpleaños, cumple 33 años de edad, lo pasará solo, cobijado por Tijuana, Baja California, a unos pasos de la frontera.

 

Con información de Sarahí Méndez.

 

RMT