El primer proyecto es el oleoducto “Dakota Access“, cuyo trazo original corría bajo el lago Oahe, en Dakota del Norte, tierra considerada sagrada para la tribu Sioux, por ser fuente de agua potable y porque ahí están enterrados sus antepasados.
A finales del año pasado, meses de protestas por parte de nativos y activistas hicieron que el Gobierno de Barack Obama lo cancelara.
El segundo proyecto es el oleoducto “Keystone XL” de la empresa TransCanada que corría desde Alberta, Canadá, hasta las refinerías de Estados Unidos en las costas del Golfo.
El Gobierno de Obama lo vetó, en noviembre de 2015, por considerar que iba en contra de la lucha contra el cambio climático, de interés nacional para su administración.
En ambos casos, Donald Trump puso como condición que se ejecuten utilizando acero estadounidense.
“Construiremos nuestros propios oleoductos. Con eso tiene que ver como lo hacíamos antaño”, aseguró Trump.
Con información de Cecilia Reynoso.
RMT
