Tras la comparecencia de Donald Trump desde las instalaciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Langley (Virginia), el nuevo portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, denunció, visiblemente molesto, los intentos “vergonzosos e incorrectos” de algunos medios por “minimizar el enorme apoyo” que se vio en el acto de investidura.
Spicer afirmó que “nunca antes hubo tanta cantidad de público para una investidura, tanto en persona como alrededor del mundo”, aunque él mismo admitió que “nadie tiene cifras oficiales”.
“La ceremonia del viernes tuvo la mayor audiencia para una toma de posesión en la historia, punto”, dijo Spicer.
“El Gobierno de Trump va hacer que la prensa rinda cuentas porque el pueblo estadounidense merece algo mejor”, subrayó Spicer en un tono desafiante desde el podio de la sala de prensa de la Casa Blanca, durante la conferencia que significó sus primeros comentarios desde el estrado y en la que no aceptó preguntas.
Tras la discusión sobre cuánta gente había visto la ceremonia de investidura de Trump, el nuevo secretario de prensa de la Casa Blanca se refirió al retraso por parte del Senado para la confirmación del congresista Mike Pompeo, nominado por el presidente Donald Trump como el nuevo director de la CIA, y reclamó a los medios que “eso es de lo que deberían estar escribiendo y cubriendo”.
Brian Fallon, quien estaba en línea para convertirse en secretario de prensa en caso de que Hillary Clinton ganara las elecciones, escribió: “Sean Spicer carece de las agallas y la integridad para rechazar órdenes de salir y mentir. Él es un fracaso en este trabajo en su primer día completo”.
LHE
