CRIMEN Y SEGURIDAD

Tras balacera en Fiscalía de Q. Roo, atacan óptica con granada

La agresión a las instalaciones de la Fiscalía General de Quintana Roo, ocurrida el martes pasado, fue sólo el inicio de una serie de balaceras y persecuciones en las principales calles de Cancún que culminaron con la muerte de cuatro personas y la detención de al menos cinco.

Cerca de las cinco de la tarde, cuando estaban en curso los operativos para ubicar a los agresores en las principales avenidas de Cancún, se registró una explosión, producto de la detonación de un artefacto en una óptica ubicada a dos kilómetros de la Fiscalía, en el cruce de las calles Luna y Kabah.

“Me tire al piso y cuando estaba en el piso tenía la cara sangrando, sentía tierra y basura que al final eran vidrios en la cara”, relató Cesar Salgado, dueño de la óptica.

En cuestión de minutos llegaron los servicios de emergencia al lugar.

“Había patrullas, policías, la PGR, todo porque donde habían tirado la granada, el señor estaba adentro herido y querían sacarlo, pero no podían porque todo estaba roto y él tenía muchos vidrios en la cara”, narró Antonia Ramírez, empleada de restaurante.

Cesar Salgado, el propietario de la óptica, resultó con lesiones superficiales en el rostro que no ameritaron su traslado a un hospital.

La Policía local confirmó que no hay cámaras de seguridad en la zona, sin embargo, testigos refieren que dos sujetos a bordo de una motocicleta, quienes eran seguidos por la Policía, fueron quienes lanzaron el artefacto explosivo contra el negocio y se dieron a la fuga.

A dos días de lo ocurrido, los daños en la óptica, ya fueron reparados casi en su totalidad.

“Afortunadamente el marco de la puerta fue lo que detuvo, quedó destrozado, hay fragmentos en el techo y en el piso”, dijo el dueño de la óptica.

En los dos árboles que se encuentran fuera del local, también se aprecian los impactos de las esquirlas de la granada de fragmentación.

En las inmediaciones de la Fiscalía y de las instalaciones de la Policía aún se observan algunos sitios acordonados y resguardados por policías municipales.

Con información de Carlos Guerrero
LHE