Ricardo Lagos, uno de los principales opositores del dictador chileno Augusto Pinochet y presidente entre 2000 y 2006, aceptó ser el candidato de su partido para competir en la elección presidencial de este año.
El abogado y economista de 78 años, que representará al centroizquierdista Partido Por la Democracia (PPD), prometió que mejoraría la comunicación entre los políticos y la gente, invertirá en infraestructura, seguirá adelante con las reformas al sistema de pensiones y a la educación y abordará la baja productividad.
“El país requiere a sus fuerzas progresistas para impulsar y consolidar las trasformaciones que el presente demanda”, aseguró Lagos durante su discurso para aceptar la candidatura en un cine de la capital chilena.
Lagos es reconocido en Chile por su papel en la lucha por el retorno de la democracia al país durante la década de 1980. Pinochet dejó el poder después de que perdió un plebiscito sobre su gobierno en 1988, luego de una exitosa campaña del “No” en la que Lagos fue uno de sus líderes.
Como presidente, Lagos fue visto como un líder moderado y amigable con los empresarios, lo que defraudó a una parte de la izquierda que le reprocha no haber hecho más por enfrentar la profunda desigualdad en el principal país productor de cobre del mundo.
Lagos enfrenta una dura competencia en la carrera por reemplazar a la presidenta Michelle Bachelet, quien fue su ministra y a quien la Constitución le impide buscar un mandato consecutivo.
Dentro del izquierdista bloque “Nueva Mayoría”, que incluye al PPD y que escogerá a su candidato en elecciones primarias más adelante este año, su condición de favorito ha sido opacada por el auge del senador Alejandro Guillier.
Guillier, un ex periodista, es visto como el candidato de la renovación por muchos chilenos que desconfían de los políticos tradicionales después de una serie de escándalos que salieron a la luz durante el gobierno Bachelet.
MAP
