Tras la explosión de un polvorín en Tultepec, Estado de México, el sábado 4 de marzo, el secretario de Gobierno de la entidad, José Manzur, reconoció la necesidad de revisar la actuación del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia, “pero no cerrarlo, simplemente dar un giro a sus responsabilidades, adecuarlo a las necesidades que nos imponen los hechos”, afirmó en entrevista para Despierta con Loret.
El funcionario recordó que la explosión de un polvorín, almacenado en una vivienda particular, dejó como saldo cuatro muertos y seis heridos, “tres de los cuales ya fueron dados de alta y tres están en distintos hospitales”. Destacó que “no se espera que alguno de ellos pierda la vida; el secretario de Salud me indica que están en buen estado, aunque con las lesiones de quemadura nunca está dicho lo último”.
José Manzur afirmó que el Instituto de Pirotecnia no ha incumplido sus labores, pues “el manejo de la pólvora tiene que ver con una ley federal, el gobierno local sólo coadyuva con el gobierno federal”.
Subrayó que, ante el recurrente problema en Tultepec, tras una tragedia en 2013 “se creó el Instituto de la Pirotecnia para asesorar a la gente, no para regular sus actividades”. Insistió en que los gobiernos federal y municipal son los encargados de la regulación, mientras el gobierno mexiquense tiene como labor apoyar las investigaciones y dar cursos para el manejo de la pólvora en Tultepec.
Reconoció que el peligro es constante y que el comercio legal o ilegal de la pirotecnia pone en riesgo a la población en general, “es la segunda actividad más peligrosa después de la minería”; sin embargo, acotó “es un pueblo en el que 60 mil personas se mantienen de esto”.
“Cuando hemos tenido problemas, al otro día la población quieren llevar sus actividades cotidianamente”, finalizó.
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