En su homilía en la Catedral Metropolitana, el Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera Carrera, renovó oraciones por las víctimas y damnificados por los sismos del 7 y 19 de septiembre.
En esta eucaristía tenemos la oportunidad de pedir por nuestros hermanos damnificados, por los que han perecido dramáticamente pedir la vida eterna, los que se encuentran todavía en desgracia y necesitan de nuestra ayuda para reconstruir sus casas pedir fortaleza y esperanza para todos ellos”, dijo.
También pidió por los que, con su generosidad, han salido y saldrán al encuentro de los hermanos necesitados, ellos, quienes han perdido todo o casi todo.
En este contexto, exhortó a los fieles a no sólo a vivir de prisa sino que también se den tiempo para prepararse para el inevitablemente momento de la partida en donde les espera la vida eterna, la cual aseguró, no será ni aburrida, ni triste ni lúgubre.
La civilización contemporánea de la prisa y de lo desechable no nos deja reposar para pensar en nuestro futuro. Somos de la cultura de la comida rápida, que nos impide anhelar el banquete definitivo”, afirmó.
Dijo que la vida eterna será como un banquete bodas oriental famoso por su duración, alegría y abundancia.
En la misa invitó a dos sacerdotes como canónigos para la Catedral Metropolitana.
En la misa se pidió especialmente por los Niños Mártires de Tlaxcala que fueron canonizados en Roma para que velen por nuestro país en esta etapa de reconstrucción.
Con información de Guadalupe Flores.
FSR
