Durante el terremoto del 19 de septiembre, en menos de dos minutos, 300 adultos en 67 estancias infantiles del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de distintas zonas del país evacuaron a seis mil 900 niños bajo su cuidado.
Esta evacuación se caracterizó por la velocidad y el buen procedimiento.
Los bebés de menos de dos años tuvieron que ser evacuados en brazos por parte del personal, mientras el concreto se movía.
Al empezar el terremoto las maestras y responsables de los niños salieron de sus salones a las zonas de seguridad de la forma más rápida y ordenada posible. Al ser insuficientes las manos, personal de intendencia y seguridad apoyaron en la evacuación.
La fuerza del temblor se pudo ver en el estacionamiento de las estancias infantiles, donde los coches se movían de esta forma.
En el ISSSTE aseguran que el éxito de la evacuación de los niños se debió a la capacitación que recibe el personal de las estancias infantiles.
Cuentan con cinco tipos de protocolos de emergencia. Los principales son incendio, temblor y amenaza de balacera o robo de niños
Desde hace un año en la Ciudad de México, el ISSSTE cuenta con un Centro de Comando donde se monitorea vía internet las 674 cámaras de los 123 planteles de todo el país.
En caso de una complicación, movilizan a los grupos de emergencia cercanos al lugar mediante el 9-1-1.
Las autoridades de este centro de comando aseguran que el sismo del 19 de septiembre fue la primera situación real de alto riesgo que experimentaron.
Es la primera situación real que nos enfrentamos, sabíamos que algún día iba a llegar, no muy lejano. No lo sabíamos, pero actuamos, conforme a lo que ya teníamos establecido y no hubo mayor problema”, indicó Ariatna Moreno, coordinadora C4 del ISSSTE.
De las instalaciones infantiles del ISSSTE en la Ciudad de México, la número 26 se ubica en Insurgentes y fue la que mejor respuesta tuvo. En esta estancia infantil, predominan hijos del personal del Instituto Nacional de Pediatría. El día del sismo todo el personal del hospital tuvo que brindar ayuda a la población, pero pensando en sus hijos que permanecían en la estancia infantil.
Al darse cuenta que estaban resguardados en la zona de seguridad, protegido por el personal de la estancia y que pudieron recibir algunas de las fotografías eso les permitió estar tranquilos”, destacó el doctor Alejandro Serrano, director del Instituto Nacional de Pediatría.
En caso de una emergencia, las educadoras tienen claro el protocolo a seguir. Deben de supervisar que ningún niño se quede atrás.
El día del sismo del 19 de septiembre, el personal responsable formó un círculo y empezó a cantarles para que no se asustarán.
Carolina es una de las educadoras que ayudó a evacuar a los niños. Dice que mientras estaba temblando se preocupó por sus hijos, pero en ese momento tenía que ver por los niños de la estancia.
Sí pensé mucho en ellos, le pedí a Dios que los cuidará porque yo tenía que proteger a los pequeños que estaban en mis manos”, explicó Carolina Moreno, educadora del ISSSTE.
Después del sismo los niños dibujaron lo que sintieron y vivieron. Muchos de ellos pintaron a los edificios inclinados. Otros mostraron que estaban tristes y asustados.
Los responsables de las estancias saben que deben realizar simulacros para estar preparados ante futuros eventos ya que los padres de familia depositan su confianza en ellos.
Dejan los más importante que tienen, sus hijos, nuestra obligación es salvaguardarlos”, señaló Eréndira Núñez, directora de la Estancia Infantil 26 del ISSSTE.
Con información de Amador Narcia.
LLH
