CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

Experto explica los riesgos de los sismos y la cultura de prevención

El Doctor Víctor Manuel Cruz-Atienza, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, explicó en Noticias MX los riesgos de los sismos y la necesidad de tener una cultura cívica de prevención.

Mencionó que Guerrero, Morelos y Puebla han tenido sismos intraplaca, fallas producidas por un estado de esfuerzo de distensión dentro de la Placa de Cocos, la placa tectónica debajo del Océano Pacífico, de la costa occidental de América Central.

El también autor del libro ‘Los sismos, una amenaza cotidiana’, recordó que en 1931 Oaxaca tuvo un sismo de 8 grados de magnitud y en 1999 registró dos.

Indicó que los sismos de magnitud pequeña son sismos producidos por la deformación que sufre el continente, que se forman poco a poco por el empuje de la Placa de Cocos, y es ahí cuando se van declarando las fallas geológicas.

¿Existe el peligro sísmico en la Ciudad de México?

De acuerdo con Cruz-Atienza, los sismos no se pueden predecir, aunque siempre se espera que sucedan y mencionó el sismo de 1912 en Acambay, Estado de México, que abrió la superficie de la tierra, porque hay fallas activas en el eje volcánico.

En su mayoría han sido sismos cercanos a la Ciudad de México.

Comparando los sismos del 19 de septiembre de 1985 y de 2017, las zonas afectadas y los daños fueron diferentes, esto se debe a que la vulnerabilidad de una estructura a otra depende de su altura; entre más alto, más susceptible de ser dañado por las ondas; con menos pisos de altura, es susceptible a ser dañado por periodos más cortos con frecuencias altas.

La vulnerabilidad de una estructura a otra depende de su altura. (Getty Images/Archivo)

Las zonas afectadas son diferentes porque las aplicaciones de las ondas de periodo corto y de mayor frecuencia este año fueron mayores que las de las ondas de periodo corto de 1985; de ahí que los edificios más expuestos tienen menor altura que los del 85.

El doctor Víctor Manuel Cruz-Atienza explicó que la Ciudad de México se rige por tres zonas:

  1. De lomas: la cuenca lacustre.
  2. Zona de lago: la cuenca en sí.
  3. Región intermedia: entre la zona dura y la zona blanda.

Los daños del sismo de este año se concentraron en la zona de transición y la zona somera, lo que tiene que ver con las frecuencias que dominaron.

En México, el noroeste del país tiene poca actividad sísmica pero no significa que no pueda tener terremotos significativos; lo que más preocupa es que por la actividad humana, la extracción de gas o la actividad geotérmica pueda eventualmente activar las fallas.

“No se puede predecir un terremoto, pero sabemos que seguirán ocurriendo”, dijo investigador Cruz-Atienza, por lo que recomienda estar preparados a través de una cadena de expertos que vayan retroalimentando para llegar a las medidas de Protección Civil que nos hagan menos vulnerables.

Es importante saber las indicaciones de Protección Civil y conocer el peligro sísmico de donde se suele estar para actuar.

Por último, el doctor dijo que hay una brecha sísmica en Guerrero donde no ha ocurrido un sismo mayor en más de 60 años y se colabora en investigaciones con sismólogos japoneses, porque de ocurrir un sismo de 8 grados, la sacudida en Ciudad de México puede ser más sensible e intensa que la de martes o la de 1985.

“Puede haber escenarios peores, las autoridades deben de estar conscientes”, concluyó el doctor Cruz-Atienza.

MFH