CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

Voluntarios ayudan a invidente damnificado por sismo en la CDMX

Juan Monroy es un hombre de 61 años que desde hace un tiempo aprendió a mirar la fe con el alma y es que la diabetes ocasionó que perdiera la vista. Él llegó al albergue ubicado en la calle Sindicalismo número 3 después del terremoto el pasado 19 de septiembre.

“Yo no tengo familia no tengo nada por eso me encuentro aquí. Yo estaba en la Doctores. Yo trabajaba vendiendo dulces, perdí todo, lo de los dulces todo porque yo me ponía a vender los dulces ahí en Doctor Lucio, me queda muy cerca. Me sentí muy mal, desesperado. Gracias a Dios que pidieron una ayuda, la ayuda llegó muy rápido para mí”, dijo Juan Monroy.

Juan vivía alojado en la casa de la señora “Ruth”, una mujer que no dudó en tenderle la mano cuando más lo necesitaba.

“Una señora me encontró a mí en la avenida del Taller y se portó muy bien. Para mí hay gente que no lo hace, que no tiene una caridad, pero ella me vio, me preguntó qué tenía. Pues ando perdiendo la vista porque no me hicieron una cirugía muy buena. La vivienda se cayó porque es una casa viejísima, ellos creo que la estaban vendiendo, pero me dieron la oportunidad de vivir ahí, un lapso nada más, pero no querían que me pasara nada y nos sacó, muy buena gente la señora. Desgraciadamente que mi teléfono se me cayó y no tengo teléfono y necesito porque ella siempre ha estado al pendiente de mí”, detalló Juan Monroy.

En el refugio ha recibido cuidados pertinentes brindados por médicos y voluntarios que le permitirán continuar con su vida.

“Seguiré vendiendo dulces primeramente Dios, sí porque no sé hacer otra cosa. Gracias aquí me han tratado muy bien porque yo venía muy mal, ahora me encuentro perfectamente bien, en una situación muy buena porque están al pendiente de todos porque son humanos tienen mucho corazón por atendernos a cada uno de ellos yo como el primer día no podía, pero a partir de ayer con toda la ayuda que me dieron, medicamento, gracias a Dios tengo que ayudarles, yo no veo pero paso al comedor, me llevan, me traen al baño, para mí todo eso es excelente”, explicó Juan Monroy.

 

 

Con información de Andrea García.

LLH