CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

Cientos de voluntarios ayudan a los afectados en el Colegio Rébsamen por el sismo

Decenas de voluntarios trabajaron este jueves largas jornadas en organizar víveres, medicamentos, herramientas, pero, sobre todo, en abastecer a todas las personas que permanecen en las labores de rescate en el Colegio Rébsamen, tras el sismo que sacudió el 19 de septiembre la Ciudad de México.

La mayoría se ha mantenido en el lugar desde el martes. Improvisaron carpas con lonas y polines, donde comen, descansan y llegan a pasar la noche.

“Somos puros vecinos. Lo único que estamos haciendo es no estorbar. Urgen manos pero que nos apoyen a desalojar la zona, hay mucho ruido”, relató Ana Hernández, una vecina en la zona afectada por el sismo.

Además de los vecinos, arribaron al Colegio Rébsamen, con un compromiso de solidaridad, decenas de voluntarios.

Ismael Bravo, estudiante de medicina, se encargó de clasificar los medicamentos.

“Revisamos la caducidad y que esté en buenas condiciones antes de mandarlo”.

También arribó una brigada de paramédicos de Pemex. La prioridad fue vacunar contra el tétanos a todos los rescatistas que sufrieron una lesión.

Al medio día, el contenedor con las vacunas corría riesgo por el intenso sol, las voluntarias Mario y Begoña, a quienes los une el amor y el espíritu de ayuda, no dudaron en prestar una carpa y colocar un servicio de café.

Mario Anaya, un vecino de Coapa dijo, “hace rato se nos acercaron personas, un poco mayores; que vienen de un pueblo, el pueblo se juntó para hacer pan y como no los dejaban pasar, como ustedes traen café, les ofrecemos nuestro pan, para que se pueda repartir, Aquí lo dejaron”.

Alrededor del Colegio Rébsamen hay un cerco de militares, voluntarios y cientos de personas que buscan aportar un granito de ayuda para los afectados por el sismo de magnitud 7.1 con epicentro en Puebla.

Con información de Hugo Trujillo.

FJMM