Durante varias horas, miles de litros de gasolina se derramaron hacia campos de cultivo, a pocos metros de la autopista, por donde circulan muchos vehículos.
Bomberos de la estación Tlalpan acordonaron la zona y controlaron la fuga de combustible.
Vecinos de la zona del pueblo de Parres aseguraron que el robo de combustible es cada vez más común, incluso, los ladrones usan un camino de terracería, que tiene un trazo paralelo a la autopista a Cuernavaca.
En un diámetro de 200 metros, huele a gasolina, hay trozos de manguera de alta presión y depósitos de plástico usados por los ladrones de gasolina.
A unos dos kilómetros de la zona, había una camioneta incendiada que, según los habitantes, lleva ahí desde principios de año.
Con información de Francisco Santa Anna.
RMT