ECONOMíA

Economía prueba que no hay caos en la Casa Blanca: Trump

El presidente Donald Trump rechazó que haya caos en la Casa Blanca. En su cuenta de Twitter, el presidente de Estados Unidos escribió: “Los más altos niveles en el mercado de acciones, los mejores números económicos en años; los niveles de desempleo más bajos en 17 años; aumento de salarios, seguridad en las fronteras; ¡No hay caos en la Casa Blanca!”

Apenas en la sesión del 28 de julio, Wall Street cerró con resultados mixtos, pero el Dow Jones de Industriales terminó con su tercer récord consecutivo, en una sesión marcada por las reacciones a los resultados trimestrales de importantes empresas.

Especialistas reconocen que hay una racha alcista tras el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, pero afirman que Wall Street realmente no necesita la agenda del presidente de Estados Unidos para sobrevivir.

Señalan, sin embargo, que las promesas de Donald Trump de recortes de impuestos “masivos”, gastos de infraestructura y desregulación impulsaron a las acciones estadounidenses a nuevas alturas después de su victoria en noviembre pasado, pero, a seis meses del inicio de su presidencia, afirman, “Trump no ha logrado promulgar esa agresiva agenda económica. Su gobierno ha estado sumido en escándalos políticos, el control republicano de ambas cámaras ha degenerado en luchas internas y el estancamiento general persiste en Washington”.

Consultores consideran que es posible que los inversionistas hayan recortado sus apuestas sobre la capacidad de Trump para llevar a cabo una amplia reforma tributaria o enormes recortes de impuestos.

El mercado de valores se ha mantenido a flote —e incluso ha subido más— no por Trump, sino por condiciones de crecimiento económico estable, bajo desempleo, sólidos beneficios empresariales y tasas de interés históricamente bajas. Además, la economía mundial, liderada por Europa, finalmente ha comenzado a cobrar impulso.

Por supuesto, Wall Street sigue prestando atención al drama en Washington. Las acciones cayeron brevemente el 11 de julio después de que Donald Trump Jr. tuiteó una serie de correos electrónicos sobre su reunión con una “abogada del gobierno ruso.

El mercado también cayó este jueves después de que Bloomberg News informara que el asesor especial Robert Mueller, quien ha estado investigando posibles vínculos entre la campaña de Trump y Rusia, había ampliado su investigación a los negocios del presidente.

Economistas afirman que el gobierno ha demostrado ser inusualmente disfuncional y Trump no es el negociador que afirmó ser.

El menguante entusiasmo también puede observarse en el desempeño del dólar estadounidense, que se disparó después de las elecciones, pero cayó a su nivel más bajo desde agosto pasado.

Los inversionistas parecen haber llegado a la conclusión de que reescribir el código fiscal corporativo sería increíblemente complejo. Al menos un analista dijo que las compañías lucharán como si fueran “Los Juegos del Hambre” acerca de ciertas disposiciones.

En abril, la Casa Blanca publicó una propuesta de impuestos de una sola página pidiendo que la tasa impositiva máxima para todas las empresas bajara del 35% a 15%, lo que crearía ganancias inesperadas para muchas empresas. Trump también propuso una exención fiscal única para alentar a las compañías estadounidenses a que devuelvan parte de los 1.3 billones de dólares que han mantenido en el extranjero.

Por lo que hace al empleo, los estadounidenses se han manifestado optimistas respecto a sus empleos, la fortaleza de la economía estadounidense y su propia suerte en diversas encuestas realizadas por medios especializados.

La más reciente Encuesta Nacional de Bloomberg muestra que 58% de los estadounidenses creen que se están acercando a concretar sus aspiraciones profesionales y financieras, empatando el porcentaje más alto registrado en el sondeo desde que se formuló esta pregunta por primera vez en febrero del 2013.

La mayoría prevé que el mercado de valores estadounidense estará más alto a fin de este año, mientras que el 30% espera una corrección. Sin embargo, no necesariamente piensan que Trump merece reconocimiento por el alza de los mercados y la caída del desempleo.

Sólo 40% de los estadounidenses aprueba el trabajo que está haciendo en la Casa Blanca y el 55% tiene de él una opinión desfavorable, 12 puntos más que en diciembre. El 61% dice que la nación ha tomado el camino equivocado, también 12 puntos más que en diciembre.

Trump obtuvo la mejor puntuación en el manejo de la economía, pero incluso ahí las noticias para él no son maravillosas. Menos de la mitad de los estadounidenses -el 46%- aprueba el desempeño de Trump en materia de economía; el 44% lo desaprueba. Obtiene calificaciones levemente mejores en la creación de empleo, ya que la aprueba el 47%.

En casi todos los indicadores de sus resultados, la encuesta muestra que la presidencia tumultuosa de Trump no le cae bien al público. Una mayoría del 56 por ciento dice ser más pesimista respecto a Trump debido a sus declaraciones y acciones desde las elecciones. Éste es un enorme cambio desde diciembre, cuando el 55% de los encuestados dijeron que sus declaraciones y acciones los hacían más optimistas.

El público se ha vuelto más escéptico respecto a que Trump cumplirá algunas de sus promesas de campaña más ambiciosas. Dos tercios no creen que logre construir un muro a lo largo de la frontera mexicana durante su primer mandato. Más de la mitad dice que no será capaz de reactivar la industria del carbón.

La mayoría -el 54%- cree que Trump logrará establecer acuerdos comerciales más beneficiosos para Estados Unidos, pero ese porcentaje es inferior al 66 por ciento de diciembre. Hay desacuerdo en cuanto a si podrá trasladar una cantidad considerable de empleos de nuevo a Estados Unidos o reformar de manera significativa el código tributario.

Y a pesar de haber asegurado que él y los congresistas republicanos derogarán el Obamacare y lo reemplazarán por un “hermoso” proyecto nuevo de ley de salud, el 64% de los estadounidenses dice desaprobar su manejo de la cuestión. Esto es especialmente significativo porque la atención sanitaria superó al desempleo, el terrorismo y la inmigración como desafío más importante al que se enfrenta la nación en este momento, según los encuestados.

 

 

 

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