Como cada año, miles de persona presenciaron la apertura de la Presa de la Olla, en el estado de Guanajuato, una fiesta que data de la época colonial.
Jimena Moreno, habitante de Guanajuato, dijo: “Es una tradición que se lleva año con año y es muy importante para nosotros porque nos unimos con las familias, venimos en familias, a ver cómo hacen la apertura porque tiene una tradición de muchos años”.
La presa fue construida en 1741, para evitar las inundaciones de la ciudad, con el tiempo quedó dentro de la marca urbana y es un símbolo para los guanajuatenses.
La Presa de la Olla tiene una cortina de más de 30 metros de altura y compuertas de hierro plegables de más de tres metros de largo, que son abiertas una vez al año.
Hasta el jardín Florencio Antillon, que rodea la presa, llegan miles de familias para revivir la tradición y ver la cascada de más de 20 metros de altura que se forma al momento de abrir las compuertas.
Desde hace más de dos siglos, su apertura es una fiesta que simboliza el inicio del temporal de lluvias.
Sofía Castillo, habitante de Guanajuato, detalló: “Se reúnen todas las familias guanajuatenses a convivir a compartir los alimentos a pasarla un rato muy contentos muy bien”.
El agua liberada de la presa cae por una rampa más de 20 metros hasta un túnel que comunica con el río Guanajuato, para después ser utilizada aguas abajo por los campos de cultivo.
Con información de Edgar Tamayo
LSH
