AI denuncia fracaso de la UE en la crisis de refugiados en el Mediterráneo

Amnistía Internacional (AI) responsabilizó este jueves a la Unión Europea (UE) de la precaria situación en la que viven los refugiados en los centros de detención de Libia y del “creciente número de muertes” de emigrantes en el Mediterráneo.

En su informe “La tormenta perfecta: El fracaso de las políticas europeas en el Mediterráneo Central”, presentado hoy en Londres y que incluye numerosos testimonios de víctimas, se indica que Bruselas “delega la parte principal de la responsabilidad” de las operaciones de búsqueda y salvamento marítimo en las ONG, al tiempo que ha aumentado “la cooperación con la guardia costera libia”.

Con estas acciones, señala el texto, los gobiernos europeos ignoran su responsabilidad para impedir “el creciente número” de emigrantes que muere ahogado en el Mediterráneo Central y “cierran los ojos” a los supuestos abusos contra refugiados por parte de autoridades de Trípoli, “incluidas torturas y violaciones”.

Estos problemas están “claramente vinculados” a las “fallidas políticas de la UE”, denuncia AI, que sostiene que los ministros de Interior comunitarios, reunidos hoy en Tallin, debatirán “nuevas propuestas que empeorarán aún más la situación”.

“En vez de tomar medidas para salvar vidas y ofrecer protección, los ministros europeos están priorizando sin rubor algunos acuerdos temerarios con Libia en un intento desesperado por impedir que personas refugiadas y migrantes lleguen a Italia”, afirmó hoy John Dalhuisen, director de AI para Europa.

El activista recordó que la UE reforzó en 2015 su capacidad de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo Central, lo que redujo “de manera radical las muertes en el mar”, pero lamentó que los líderes europeos, en su opinión, tengan ahora otras prioridades.

Dalhuisen señaló que los gobiernos centran desde entonces su atención en “desbaratar las actividades de los contrabandistas” y en “impedir la salida de embarcaciones” del país norteafricano.

Esta “fallida estrategia”, dijo, ha provocado un aumento del número de personas que intenta llegar a las costas europeas y ha “triplicado el índice de muertes” entre el segundo semestre de 2015 y 2017, hasta sumar 2.000 solo desde el pasado mes de enero.

“Los Estados europeos han dado progresivamente la espalda a una estrategia de búsqueda y salvamento que estaba reduciendo las muertes en el mar en favor de otra con la que se han ahogado miles de personas y que ha dejado atrapados en Libia, expuestos a sufrir terribles abusos, a hombres, mujeres, niñas y niños que estaban desesperados”, declaró Dalhuisen.

Los contrabandistas, detalla el texto, han modificado sus prácticas ante la presión, al tiempo que ha crecido el uso de embarcaciones no aptas para la navegación, lo que convierte el paso por el Mediterráneo en una travesía “aún más peligrosa”.

En este contexto, añadió, la UE sigue sin desplegar una “operación humanitaria específica” con medios adecuados cerca de las aguas territoriales libias y, en cambio, opta por mejorar la capacidad de su guardia costera “para aumentar las

interceptaciones”, las cuales incumplen “normas básicas de seguridad” y ponen vidas en peligro.

“Si la segunda mitad del año es igual que la primera y no se toman medidas urgentes, 2017 amenaza con ser el año más mortífero en la ruta de migración más mortal del mundo”, alertó Dalhuisen.

A su juicio, “la UE debe repensar su cooperación con los guardacostas lamentablemente disfuncionales de Libia y desplegar más buques donde se necesitan desesperadamente”.

Además de vigilar el comportamiento del Gobierno libio con los refugiados y migrantes y obligarle a “rendir cuentas”, AI insistió en que la UE debe pedir el traslado a países de su territorio de todas las personas rescatadas en buques.

También demandó a los socios comunitarios que abran “rutas seguras y legales” para facilitar, mediante la concesión de visados humanitarios, la salida de “las personas que actualmente están varadas en Libia”, entre otras medidas.

 

AAE