Dime cuáles son tus preferencias sexuales y te diré por quién votas, así podría titularse un estudio muy serio realizado por el Instituto Francés de Opinión Pública IFOP. En plena efervescencia electoral, la investigación que establece lazos entre la actividad erótica y las orientaciones políticas de los votantes. Está en boca de todos, invita a comparaciones y comentarios jocosos.
Vayamos al grano: los simpatizantes de la extrema derecha se inclinan por las prácticas asociadas al porno duro.
François Kraus, autor del estudio ‘Sexo y política’ del IFOP, afirma que son “sobre todo las mujeres, que tienen preferencia por las nalgadas, las cachetadas, las eyaculaciones faciales, y también los jóvenes electores de la extrema derecha”.
Entre los electores de la izquierda radical predomina una sexualidad desenfrenada. En este ámbito el intercambio de parejas se da dos veces más que en el nacional populista.
François Kraus, autor del estudio, señala que “en este sector proliferan prácticas como el swinging, el sexo oral y anal, el ménage à trois o triángulos, y también infidelidades”.
Caricatura de mujer con arnés en la boca (Noticieros Televisa)
Los proliberales buscan experiencias novedosas y transgresoras en materia de sexualidad. Los votantes de la extrema derecha tienen 8 relaciones sexuales al mes, 2 más que los proconservadores.
François Kraus, autor del estudio, indica que “la sexualidad de los macronistas es más activa y más transgresora que la media”.
Cuentan también los valores familiares, así como el nivel social y educativo del electorado de cada partido.
La política y la sexualidad forman un tándem inseparable. Ocho de cada diez franceses declaran que no podrían ser pareja de alguien que no comparte sus tendencias ideológicas, según el estudio de IFOP.
Letrero con la frase icónica de la Revolución Francesa, editada: Libertad, Igualdad y Sexualidad (Noticieros Televisa)
Francia encabeza la lista de los países más infieles de Europa. Un 55% de hombres y mujeres admite haber engañado a su cónyuge.
“Mi pareja ya me fue infiel. Traté de reaccionar con sangre fría e inteligencia”, confiesa una joven parisina.
“Si los dos están de acuerdo con el engaño, no veo ningún inconveniente”, opina otra joven francesa.
¿Y dónde nacen los romances? Principalmente en el trabajo. La oficina se ha convertido en el mejor sitio para ligar.
Clara de Saint Albin, autora del estudio ‘Amor en la oficina’, de Careerbuilder, explica que “el 46% de los franceses admite haber tenido al menos una aventura amorosa en la oficina, el 30% vivió varios romances en su trabajo”.
Otro dato: los franceses son los más activos sexualmente del mundo, con una media de 155 relacionas íntimas al año, al menos esto es los que se desprende de los rankings de una famosa firma fabricante de preservativos.
Con información de Kasia Wyderko
