Santa Mari La Juaricua, patrona contra la gentrificación en la CDMX

En las colonias Juárez y Santa María la Ribera, de la Ciudad de México, veneran a Santa Mari La Juaricua, protectora contra la gentrificación.

…Protectora contra la gentrificación sálvame de las malas prácticas, líbrame del desplazamiento, del desalojo, del incremento abusivo de renta, del alza desmedida del predial, del voraz casero y del mal inmobiliario, sálvanos de la gentrificación”.

Estas colonias padecen un fenómeno de desplazamiento donde sus habitantes originales son sustituidos por la llegada de grupos con mayor poder adquisitivo, efecto conocido como “gentrificación”.

Sandra Valenzuela, devota de Santa Mari La Juaricua, comentó que “un barrio por estar céntrico, por tener patrimonio, por tener identidad, se empieza a poner de moda”.

Las colonias Condesa y Roma son otros ejemplos de dicho proceso, donde muchos inquilinos se fueron debido a las rentas elevadas y algunos dueños vendieron sus propiedades por el incremento desmedido de los precios en inmuebles, nuevos o rehabilitados.

Jorge Ruiz, agente inmobiliario, señaló que las rentas en estas zonas aumentaron hasta en un 50%, y que “los precios de los inmuebles se han duplicado a partir de que hubo la migración de la colonia Roma hacia la Juárez”.

Sandra Valenzuela indicó que “la gente ve el lado de la parte del embellecimiento del barrio que eso es algo positivo, pero no ve la parte de cuánta gente está desalojada, cuánta gente tiene que vender su propiedad, porque ya no le alcanza para pagar el predial”.

Preocupados por el impacto social de este fenómeno, un grupo de artistas crearon una obra de arte para generar conciencia; así nació la figura de la santa antigentrificación.

Jorge Vaca, devoto la Santa Mari La Juaricua, explicó que “Santa Mari viene de Santa María la Ribera y La Juaricua de la gente que vive aquí en la Juárez… La gente necesita un símbolo de paz, si Santa Mari La Juaricua ocupa ese puesto yo creo que es suficiente”.

A la santa la exhibieron por primera vez en 2016, en un altar instalado frente al número 28 de la calle General Prim; pronto, los habitantes de la zona comenzaron a venerarla.

Algunas personas consideran que “esa santita es milagrosa. Dicen que se apareció una señora en un lanzamiento aquí en la Juárez, con las características de la santa”, refirió Jorge Vaca.

Meses después, se generó una cofradía y se organizaron procesiones, a las que llegaron integrantes de comunidades indígenas que viven en predios de la colonia Juárez y que temen ser desplazados.

Los indígenas “le pusieron copal, cantaron, hicieron un arco de flores y cuando hubo que caminar… con toda la ternura del mundo la tomó entre sus brazos en el rebozo y se la llevó cargando”, relató Jorge.

Sandra y Jorge pertenecen a la cofradía de la santa. Saben que la devoción por ella va en aumento, por lo que cuidan que la imagen de Mari La Juaricua no se desvirtúe.

Jorge detalló que “la gran diferencia entre la Santa Muerte y Malverde, es que Santa Mari La Juaricua está generando cosas positivas, de buen vivir”.

 

Con información de Marco Antonio Coronel.

 

RMT