POLíTICA

Suspenden discurso del presidente de Sudáfrica por abucheos de trabajadores

Cientos de miembros del sindicato oficialista COSATU abuchearon este lunes al presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, durante la celebración del Primero de Mayo en Bloemfontein, que fue suspendida sin su intervención al no poder acallar los organizadores a quienes pedían su dimisión.

Un grupo de sindicalistas recibió la llegada del presidente con gritos de “Zuma debe irse”. Otros miembros de COSATU trataron de silenciarles sin éxito con eslóganes a favor del presidente.

Zuma asistió a los gritos y canciones en su contra sentado con cara de circunstancias bajo la carpa que protegía del sol a los dirigentes que asistieron al evento.

Pese a que la megafonía ahogaba sus voces con viejas canciones de la resistencia negra, quienes se expresaban contra el presidente siguieron mostrando su descontento pidiendo con las manos en alto la salida de Zuma.

Aliado histórico del partido Congreso Nacional Africano (CNA) que encabeza el presidente, COSATU pidió el mes pasado la dimisión de Zuma por el cese el 31 de mayo del respetado ministro de Finanzas, Pravin Gordhan.

El Partido Comunista -el otro socio del CNA desde los tiempos de la lucha contra el apartheid- también solicitó la marcha de Zuma por la destitución de Gordhan, que se había opuesto a los planes de gastos más ambiciosos del presidente y se ha convertido en un símbolo de integridad moral en Sudáfrica.

Zuma ha sido acusado de deshacerse de Gordhan para allanar el terreno al costoso proyecto de construir nuevos reactores nucleares en Sudáfrica, que según algunos comentaristas proporcionaría concesiones millonarias a la familia de los magnates Gupta y a uno de los hijos del presidente.

Los Gupta y Duduzane Zuma son propietarios de una mina de uranio de la que podrían abastecerse los nuevos reactores. De origen indio y con intereses en varios sectores estratégicos, los Gupta han hecho fortuna con concesiones públicas en Sudáfrica, y son acusados de haber manipulado concursos para obtener contratos del Estado y de haber ofrecido puestos de ministro en nombre del propio presidente.

El plan nuclear del presidente recibió la semana pasada un duro revés al declarar nulos la Justicia todos los pasos emprendidos por el Gobierno para llevar adelante el polémico programa.

Una corte, que se pronunció a instancias de dos grupos cívicos que se oponen al proyecto, declaró inconstitucional que el Gobierno pusiera en marcha el proceso sin haberlo sometido a consulta pública ni a la votación del Parlamento.

Más de 100.000 personas pidieron en abril la dimisión de Zuma, y dos agencias de calificación de riesgo degradaron la nota de Sudáfrica al nivel del bono basura alegando temores de gasto descontrolado tras la salida del Gobierno de Gordhan.

La oposición sudafricana prepara una moción de censura contra el presidente a la que espera que se sumen los diputados descontentos de la mayoría absoluta oficialista.

Zuma acaba su segundo y último mandato en 2019 y dejará de ser presidente del CNA en diciembre de este año. COSATU ha apoyado al vicepresidente del país, Cyril Ramaphosa, como sucesor del presidente. Ramaphosa fue uno de los pesos pesados del partido que alzó la voz contra el cese de Gordhan, y es el preferido de los cuadros del antiguo movimiento de liberación hostiles a Zuma.

La principal rival de Ramaphosa parece ser la exmujer de Zuma y antigua presidenta de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, que apoyada por los fieles a su exmarido ha puesto en marcha su campaña tomando la retórica de los partidarios del presidente.

HVI