CORRUPCIóN

La ruta de escape, los escondites y la captura de Javier Duarte

Javier Duarte se asomó a través de la persiana del departamento que ocupaba en el hotel La Riviera de Atitlán, en Guatemala. La foto la captó el comando de agentes investigadores mexicanos que llevaba meses siguiéndolo.

Fue la confirmación de que Duarte estaba ahí. La última prueba que se necesitaba para proceder a su captura.

Pero detenerlo no fue tan inmediato.

En Guatemala los jueces no giran tan rápido las órdenes de captura.

Así que el director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, Omar García Harfusch, y su par de la Interpol Guatemala se sentaron en la cafetería del hotel de al lado a esperar.

Y esperaron. No llegaba la orden. Pasaba el tiempo.

Ruta de escape de Javier Duarte, hotel en Panajachel. (Noticieros Televisa)

En la desesperación, el subprocurador jurídico y de asuntos internacionales de la PGR, Alberto Elías Beltrán, voló a Guatemala para presionar.

Casi a las 8 de la noche, hora local, recibieron por correo electrónico la autorización del juez.

Podían aprehenderlo si salía. Pero no podían entrar a su cuarto por él. En Guatemala la ley prohíbe los cateos después de las 6 de la tarde.

Imprimieron la orden de captura en la recepción del hotel contiguo y fueron al sitio donde se encontraba su objetivo a tocar la puerta, a ver si salía. Pero no podían entrar. Las autoridades del país vecino advirtieron a las mexicanas que los jueces son tan estrictos que el caso se les podía caer si ingresaban al departamento aun cuando Duarte los invitara a pasar.

Quinto piso. Habitación 505. Por elevador, pero el elevador no funcionó. No era un hotel de gran lujo, tampoco lo es el destino turístico de Panajachel. Así que subieron por las escaleras.

El apartamento que ocupaba Duarte se ubicaba al final del corredor.

Cuando estaban por llegar, el exgobernador de Veracruz, con más kilos que la última vez que se le vio en público, abrió su puerta y se los topó en el pasillo.

Las autoridades mexicanas que lo detuvieron, fuera de la vista de su cónyuge e hijos, describen que estaba muy nervioso, pero tratando permanentemente de demostrar que no tenía miedo.Buenas noches, les dijo.

Los de Interpol Guatemala le contestaron con el protocolo legal de toda detención y Duarte aceptó sin respingar.

Ruta de escape de Javier Duarte. El exgobernador detenido en su cuarto de hotel. (Noticieros Televisa)

“No lo voy a esposar, pero tenga las manos atrás”, le dijo el policía guatemalteco. Duarte obedeció. Se metieron cinco personas al elevador para bajar. Sí funcionó esta vez.
Duarte identificó a los policías mexicanos. ¿Cómo están?, les preguntó. ¿Se le ofrece algo?, le reviraron.

Cuentan que en el trayecto a la austera comisaría local se exhibió nervioso.

Lo metieron ahí y se quejó de que dos fotógrafos locales se habían colado, que eso era violar su presunción de inocencia, que lo cambiaran de lugar. Y luego sonrió para las cámaras.

Cuando salió del estudio de Despierta ese miércoles 12 de octubre del año pasado, Javier Duarte no tenía una orden de aprehensión en su contra y todavía era formalmente el gobernador de Veracruz.

Ruta de escape de Javier Duarte. El exgobernador el 12 de octubre en Despierta con Loret. (Noticieros Televisa)

Acababa de anunciar al aire que presentaría su renuncia. Eso sí lo cumplió.

Después de la entrevista voló a Veracruz, mandó al Congreso su solicitud de licencia y se perdió de la mirada pública.

Tuvo al menos dos días para escabullirse porque hasta el 14 de octubre se giró la primera orden de aprehensión en su contra, según informó después la PGR.

Las autoridades del Gobierno Federal que hablaron con Despierta aseguran que durante ese tiempo nadie lo siguió y que las labores para rastrearlo iniciaron después de girada la orden de aprehensión.

La investigación oficial a la que Despierta tuvo acceso fue trabajada por el Centro de Investigación en Seguridad Nacional, el Cisen, dependiente de la Secretaría de Gobernación, y la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República. Colaboraron también la Secretaría de Marina y la Policía Federal.

Según estas fuentes, el uso de avanzada tecnología para seguimiento de teléfonos inteligentes, la misma que se empleó para capturar dos veces al Chapo Guzmán, permitió reconstruir la ruta de escape del exgobernador de Veracruz. Algunos detalles fueron también proporcionados por funcionarios y colaboradores que declararon ante las autoridades.

Dos días después de la entrevista, el viernes 14 de octubre, Javier Duarte de Ochoa todavía estaba en México. Acudió a una cita en la zona de Tabachines, en Jalapa, Veracruz. Se reunió con el que era su Fiscal, Luis Ángel Bravo Contreras.

En el aeropuerto El Lencero, en el Centro Agrónomo, despegó en un helicóptero que le prestó el gobernador interino, Flavino Ríos.

El plan de vuelo original de Javier Duarte era ir de Jalapa al puerto de Veracruz. En el aire, cambió ese plan de vuelo. Avisó a los pilotos que se dirigieran a la Ciudad de México. Y a los pocos minutos, lo modificó de nuevo, y apuntaron a Coatzacoalcos.

En Coatzacoalcos lo esperaba un vehículo Jetta que lo trasladó por carretera hasta una exclusiva colonia de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde se habría hospedado en la casa del hermano de su suegro, Antonio Macías.

Ruta de escape de Javier Duarte. Visista en casa del hermano de su suegro. (Noticieros Televisa)

A lo largo de los siguientes días, de Tuxtla Gutiérrez se dirigió por tierra hacia Tapachula, Chiapas.

Y de ahí cruzó a Tecún Umán, Guatemala, una frontera que se puede superar sin documentos, sin dejar rastro, usando alguno de los muchos pasos clandestinos que existen.

De Tecún Umán, un helicóptero lo llevó a la capital de ese país, Ciudad de Guatemala.

Ahí, el miércoles 19 de octubre, se encontró con su esposa, Karime Macías Tubilla, quien voló desde México acompañada de su abogado. La pareja estaba de nuevo reunida.

En Ciudad de Guatemala, Javier Duarte de Ochoa estableció su base de operaciones, presuntamente apoyado de inicio por el empresario oaxaqueño Sergio Castro López.

Según la investigación oficial, nada de esto lo supieron las autoridades hasta el 10 de noviembre de 2016, casi un mes después, cuando la Policía Federal detuvo en Chiapas a Mario Medina Garzón. Llevaba 7 mil 500 dólares y dos pasaportes falsos que debía entregar a Duarte y su esposa.

Ruta de escape de Javier Duarte. Pasaporte falso que sirvió como pista para su captura. (Noticieros Televisa)

La detención fue clave. Por lo que dijo él y por lo que dijo su celular, cuando le hicieron el examen forense digital.

El gobierno dedujo que Javier Duarte había contratado dos despachos de abogados: uno para defenderlo en los tribunales inundándolos de amparos y otro para diseñar, operar y ejecutar su evasión de la justicia.

Concretamente, teniendo como guarida este lujoso fraccionamiento que le sirvió de abrigo y escondite durante las siguientes semanas: Residencial Alto Valle. Está en la carretera a El Salvador, kilómetro 12.7.

Ruta de escape de Javier Duarte. El escondite de Duarte, lujoso fraccionamiento. (Noticieros Televisa)

A decir de la indagatoria, el hombre que orquestó en Guatemala toda la protección a Duarte fue Gustavo Eduardo Fernández del Campo Sheremberg.

A él le atribuyen dos casas en Alto Valle. Una en la calle Las Azáleas y otra en la calle Socorro, ambas, dentro de la misma colonia de nivel socioeconómico alto.

Aparecen en la investigación como sitios donde se resguardó Duarte.

Las autoridades consideran que desde ahí se trasladó a distintas localidades por helicóptero.

Con apoyo del gobierno de Guatemala, México contactó a uno de los pilotos.

Él reconoció en fotografías a Javier Duarte y su esposa Karime Macías. Habían sido sus pasajeros. Y aportó nuevos datos: él lucía barba y se veía más flaco; ella, pelo rojo corto. Él dijo llamarse Alejandro. Ella, Andrea.

El dinero no pareció jamás ser un obstáculo.

De acuerdo con la indagatoria oficial, Duarte tuvo como base el fraccionamiento Alto Valle hasta finales del 2016.

Durante esos dos meses, las autoridades, señala la investigación, sabían dónde había estado, pero no dónde estaba. Sabían qué había hecho, pero no qué iba a hacer. Les llevaba ventaja.

La siguiente pista sólida apareció en la frontera de Guatemala con Belice.

El hotel Nana Juana, un club de yates y marina en el turístico Río Dulce, Guatemala. De primera.

Ruta de escape de Javier Duarte. Club de yates.(Noticieros Televisa)

Javier Duarte y Karime Macías se hospedaron en la suite 32, del 7 al 11 de noviembre del 2016. La suite más cara del lugar. La máster suite. Ahí se reunieron con uno de sus abogados.

Cuando llegaron las autoridades, ya se habían ido.

¿Dónde estaba?, ¿seguía en Guatemala, había regresado a Chiapas, se había movido a Belice?

En suelo mexicano, la Marina se encargó de seguirle la pista.

En suelo extranjero, la Agencia de Investigación Criminal montó una célula que permaneció prácticamente medio año en Guatemala, en estrecha cooperación con las autoridades civiles y militares de ese país.

Una de las compañías de aviación privada delató ante el gobierno local que un hombre había intentado rentar un avión grande, con capacidad de volar hasta Londres, Inglaterra, sin necesidad de hacer escala para reabastecerse de combustible. Y que ofreció pagar por el viaje 45 mil dólares en efectivo. Esto encendió las alertas.

La información oficial señala que este viaje nunca se habría llevado a cabo. Sin embargo, el Cisen mexicano se puso en contacto con el MI-6, la agencia de inteligencia británica, para alertarlos sobre la posible presencia del prófugo Javier Duarte en su territorio.

Sucedió lo mismo con España, cuando les llegó una información de que probablemente se escondía en Huesca, al norte de este país. Específicamente en el poblado de Bielsa, que tiene un túnel que conecta con Francia. La cooperación hispanomexicana logró imágenes del lugar donde estaría Duarte, pero no hubo jamás contacto visual con él ni ninguna pista que reforzara esta teoría.

También con Costa Rica, cuando sospecharon que se escondía en Ciudad Quesada, en casa del controvertido diputado local priista Vicente Benítez, uno de sus cercanos. El legislador lo negó y los oficiales costarricenses nunca lo vieron, a pesar de la vigilancia que establecieron afuera del domicilio.

Saltaron tips en Argentina, El Salvador, Nicaragua.

Sin embargo, el Cisen siempre pensó que la línea más sólida es que se estaría moviendo en el triángulo Chiapas-Guatemala-Belice. Sobre todo Guatemala.

¿Por qué? Porque estuvieron a horas de agarrarlo en Tecún Umán.

Javier Duarte y Karime Macías fueron ahí para obtener en el mercado negro dos identidades falsas.

Ellos estuvieron en la mañana. El operativo encabezado por el gobierno guatemalteco sucedió por la tarde.

El uso de tecnología de punta permitió el cruce de llamadas telefónicas, mensajes de texto, correos electrónicos del personaje, sus familiares, colaboradores. 1.2 millones de metadatos persiguiéndolo.

Y arrojaron pistas, sí, pero nada contundente.

Sin dejar de observar a sus abogados, las autoridades empezaron a explorar una segunda veta: la familia.

Cuando desaparecieron Javier Duarte y Karime Macías, sus tres hijos se quedaron en casa de sus abuelos maternos en Chiapas.

Ruta de escape de Javier Duarte. El exgobernador y su esposa Karime Macías huyen juntos a Guatemala. (Noticieros Televisa)

Los investigadores supieron que los niños estaban muy tristes. Era lógico.

Hasta que un día, súbitamente, fueron llevados a casa de su tía, la hermana de Karime, Mónica Macías Tubillo, también en Tuxtla Gutiérrez. Y después, a los niños se les vio felices.

¿Qué había pasado en esa casa? ¿Estaban ahí escondidos Duarte y su esposa? ¿Habían logrado comunicarse?

Catearon la residencia. Y nada. Ni Duarte, ni Karime, ni túneles, ni escondites, ni teléfonos satelitales.

Las autoridades mandaron un mensaje a la familia política de Javier Duarte. Que el asunto no era con ellos, sino con el exgobernador. Pasaron los días. Las semanas.

Las pistas apuntaban cada vez más a Guatemala, a Alto Valle, y finalmente, a Panajachel.

Un hombre fue clave para detectar el paradero del exgobernador fue su mensajero. Nelson Benito Carchalac.

Ruta de escape de Javier Duarte. El hombre clave para capturar a Duarte. (Noticieros Televisa)

La infección a su celular permitió saber que iba y venía entre Alto Valle y Panajachel. Hasta se hospedó en el hotel de la captura.

De acuerdo con el reporte de inteligencia al que Despierta tuvo acceso, las autoridades supieron que se estaba preparando todo para una reunión familiar. Eran vacaciones de los niños. Era la oportunidad.

El jueves llegaron Duarte y su esposa.

El viernes viajaron sus hijos en vuelo privado desde Toluca, con sus tíos Mónica Macías y José Armando Rodríguez Ayache, sus primos y su abuela.

Ruta de escape de Javier Duarte. Hijos de Duarte, el talón de Aquiles que llevó a su captura. (Noticieros Televisa)

Se reportó oficialmente que en el avión llevaba más dinero del permitido. En sobres, 12 mil euros, 2 mil 500 dólares y 15 mil pesos. A Rodríguez Ayache lo multaron por eso. Pero no le impidieron volar. Era clave que se reunieran. Era lo que querían las autoridades.

Una foto tras la persiana, una orden de detención con fines de extradición y Javier Duarte de Ochoa fue localizado y aprehendido, por la Agencia de Investigación Criminal y la Policía Federal de México, y la Policía Nacional Civil e Interpol de Guatemala, en el hotel La Riviera de Atitlán, municipio de Panajachel, departamento de Sololá, Guatemala, este sábado 15 de abril a las 8 de la noche con 1 minuto, hora de ese país, 9 con 1 minuto hora del centro de México.

Este reportaje está basado en los testimonios de agentes de inteligencia y altas autoridades del gobierno mexicano que en distintos momentos de los últimos meses describieron a Despierta el proceso de investigación y captura del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa

Con información de Carlos Loret de Mola

KAH