ARTE Y CULTURA

Cuajimalpa preserva la tradición de los Judas vivientes

Los habitantes de Cuajimalpa, en la Ciudad de México, mantienen la tradición de los Judas vivientes, de acuerdo con la cual, unos personajes siniestros azotan los pies de la gente.

Desde muy temprano en la mañana se abren las puertas de la Iglesia de San Pablo Apóstol, donde poco a poco los Judas vivientes, enmascarados y vestidos de rojo, se congregan.

Los habitantes de la delegación llegan al atrio de la Iglesia casi igual de temprano que los Judas y esperan a que dé inicio la festividad.

Los Judas salen del templo poco antes de las 8 de la mañana y, látigo en mano, comienzan a amedrentar a los asistentes.

La gente se agrupa en círculos alrededor de los Judas para ver cómo los voluntarios que decidían expiar sus pecados de esta manera, se colocaban para recibir latigazos en los pies.

Hubo Judas y Penitentes de todas las edades.

Los más pequeños se encargaron de dar los latigazos a los otros niños y a las mujeres.

Además, estos Judas hacen fechorías por el barrio, arrebatando pertenencias de poco valor a los asistentes, llenándose de dulces, juguetes, pañuelos y diademas.

A las 3 de la tarde, los romanos suenan tambores y flautas para anunciar la llegada de los judas de papel monumentales.

Estas estructuras, formadas de papel y cartón y cubiertas de cohetes, fueron colgadas sobre el atrio de la Iglesia

La celebración concluyó cuando los habitantes caracterizados como romanos apresaron a los Judas Vivientes.

Todos los malhechores fueron colgados por la cintura de la torre de la Iglesia de San Pablo Apóstol, donde recibieron latigazos hasta devolver a la multitud lo que le fue arrebatado durante sus fechorías.

 

 

 

 

 

(Con información de Carolina Altolaguirre)

tfo