En México ha habido un “deterioro gradual, pero sistemático y constante, de la cultura de respeto a la libertad de expresión, de las garantías para el ejercicio del periodismo”, afirmó Javier Garza, periodista y asesor en materia de seguridad para periodistas.
En la mesa de Despierta con Loret, afirmó que los ataques a la prensa no ocurren sólo por grupos criminales que buscan silenciar las investigaciones, “sino también por autoridades, grupos sociales, empresarios y grupos empresariales”, además “no ha habido un intento real por frenar los ataques”.
Reconoció que las agresiones más visibles han ocurrido en el norte del país, pero dijo que ocurren en todos lados sin que haya acciones certeras para frenarlas.
Indicó que en México se han creado distintas instancias para atender la violencia contra los periodistas, “pero son ineficientes” y las autoridades “apenas se están dando cuenta de que las instituciones que el Estado ha creado para proteger a periodistas no están funcionando”.
Garza destacó que los principales agresores de la prensa son autoridades locales, “que agreden e intimidan, para inhibir las coberturas en las distintas regiones, que es un problema principalmente de los estados y que es uno de los factores que está deteriorando el periodismo local”.
El especialista subrayó que el caso de Miroslava Breach, asesinada en Chihuahua, es el primer caso en el que el trabajo periodístico se toma como hipótesis. “Las autoridades dicen que la pudieron haber matado por investigar grupos del narco en colusión con políticos. ¿Cuál es el efecto en el periodista? Es un efecto inhibidor, como lo hemos visto en Tamaulipas, como lo hemos visto en Veracruz”.
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