Recuento de atentados terroristas en Rusia

Rusia ha sido escenario de ataques terroristas en varias ocasiones durante los últimos años.

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En junio de 1995, rebeldes chechenos se atrincheraron con más de mil rehenes en un hospital en la ciudad de Budiénnovsk, al sur del país. El asalto rebelde y la posterior incursión de un comando armado concluyó con más de cien muertos.

En septiembre de 1999, una serie de detonaciones en varias ciudades puso nuevamente en alerta a las autoridades rusas. Las explosiones destruyeron varios edificios en Moscú, Buynaks, Volgodonsk y san Petersburgo. Más de 200 personas perdieron la vida en esta ola de atentados.

El gobierno ruso culpó a milicianos chechenos, quienes a su vez acusaron de la violencia a los servicios secretos.

La toma de rehenes tuvo lugar del 23 al 26 de octubre del año 2002. Rebeldes chechenos privaron de la libertad a 800 personas en un teatro moscovita. Luego de tres días de asedio, soldados rusos ingresaron al recinto y lanzaron un gas tóxico para dejar inconscientes a los secuestradores.

Derivado de esta acción murieron más de 40 guerrilleros y 129 rehenes.

Dos ataques encienden de nueva cuenta los focos de alerta. Dos mujeres suicidas se hacen explotar en pleno festival de rock al aire libre en el aeródromo moscovita de Tushino. El saldo fue de 15 fallecidos y 60 lesionados, cinco meses después, el 5 de diciembre, una explosión en un tren en la estación de Yessentuki, cobra la vida de 46 personas y 160 sufren lesiones.

El 6 de febrero, un estallido en el metro de Moscú deja 41 muertos y cerca de 250 lesionados, el 31 de agosto, un ataque en la estación de Rizhskaia, en el centro de Moscú, mata a diez personas y hiere a otras 51. La ola de atentados en el fatídico 2004 para Rusia, concluye en septiembre con la toma de una escuela de Beslán, en Osetia del norte, por separatistas chechenos. En el intento de rescate mueren 330 personas, de las cuales 50 por ciento eran niños.

Dos años después, en 2006, una bomba causó la muerte de diez personas en un mercado a las afueras de la ciudad de Moscú.

El 13 de agosto de 2007, la detonación de un artefacto provocó el descarrilamiento del tren Nevsky express entre Moscú y San Petersburgo, con un saldo de 60 lesionados.

El 27 de noviembre de 2009, una bomba más fue colocada en el Nevsky express que trasladaba aproximadamente a 700 pasajeros. El saldo fue de 28 muertos y cien heridos.

En 2010, un nuevo ataque en el metro de Moscú dejó 40 fallecidos y 75 lesionados. Las responsables: dos mujeres suicidas que hicieron detonar sus cargas explosivas.

Este lunes 3 de abril, una explosión en San Petersburgo pone en vilo nuevamente a los habitantes y servicios de seguridad en Rusia.

Con información de Valentín Cataldo.
FJMM