ECOLOGíA

Picaduras por animales ponzoñosos aumenta en la Ciudad de México

Los casos por mordedura y piquetes de animales ponzoñosos, como alacranes, víboras de cascabel y orugas, así como las arañas: viuda negra, capulina o violinista, aumentaron entre 10 y 20 por ciento en la Zona Metropolitana del Valle de México.

[bc_video video_id=”5358208337001″ account_id=”1325727373001″ player_id=”default”]

La jefa del Servicio de Toxicología Clínica del Hospital Juárez de México, Patricia Escalante Galindo, informó de acuerdo con un comunicado que solo en 2016, se presentaron 280 pacientes provenientes, principalmente, de Santa María La Ribera, Martín Carrera, Gustavo A. Madero, San Felipe de Jesús, Cuautepec, Amecameca, San Martín Teotihuacán y Ecatepec.

En conferencia de prensa, Escalante Galindo indicó que para enfrentar las emergencias, en el Hospital Juárez opera el Banco de Antídotos y Antagonistas, equipado con tecnología y suficiente cantidad de dosis.

La doctora explicó que este Centro ofrece atención médica especializada, en el área de urgencias para adultos, terapia intensiva y consulta externa. También atiende intoxicación por consumo de medicamentos y exposición a cáusticos, ácidos o álcalis.

La especialista explicó que la presencia de los animales con ponzoña obedece a la deforestación, el cambio climático y la transportación de frutas y verduras de las zonas rurales a los centros de abasto, la cual se adaptó al medio ambiente capitalino.

De acuerdo con cada especie, el tiempo de atención es vital, incluso la muerte, apuntó Escalante Galindo.

Si se trata de mordedura de víbora o picadura de alacrán, recomendó a la población no succionar el veneno ni cortar o colocar torniquetes, sino trasladarse de inmediato al hospital más cercano. Para las arañas, los lesionados cuentan con menos de 24 horas para su atención.

Refirió que al Centro Toxicológico del Hospital Juárez, el 40 por ciento de los pacientes llegan por automedicación; 30, por picadura o mordedura de animales de ponzoña; 10 por exposición a agentes cáusticos, y 20 por ciento restante por otras causas, como la inhalación de gases o el contacto con plaguicidas y algunas plantas.

JLR