Casa del Migrante, en Ciudad Juárez, Chihuahua, albergará a deportados

Ernesto es un inmigrante indocumentado originario de Campeche.

Caminó kilómetros en el desierto hasta llegar a Arizona, donde pretendía trabajar de soldador, el oficio que le aprendió a su padre, pero fue detenido por la Patrulla Fronteriza y deportado a México, tras semanas de encierro en una cárcel.

“En el día descansaba un rato y en la noche a caminar, a caminar, a caminar en el desierto, es algo difícil, pero uno con la intención de llegar, lo hace, porque a uno aquí en México lo esperan sus familiares”, dijo Ernesto Jiménez    migrante mexicano.

Muchos migrantes como Ernesto son atendidos y reciben apoyo en la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se preparan para recibir a los indocumentados que podrían ser deportados.

“La Casa del Migrante, con la casa de ejercicios que está a un lado, va a estar abierta, está preparada, cabrían como 550, pero también se dispuso que todas las parroquias, en caso de necesidad, se tendrían que convertir en centros para recibir, para acoger a estos hermanos latinos y sobre todo a los mexicanos”, indicó Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante.

La Casa del Migrante de Ciudad Juárez, Chihuahua, fue abierta hace 38 años y da albergue a los migrantes de todas las nacionalidades que llegan a la frontera con la intención de cruzar ilegalmente a Estados Unidos.

Durante el año 2016, esa casa hogar atendió a unos 9 mil 500 migrantes que pidieron alojamiento y ahora se preparan para atender a quienes regresen de Estados Unidos.

Con información de Francisco Javier Carmona

LHE