CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 30, 2015.- La explosión sucedida en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa causó desconcierto y temor entre los vecinos de la zona, pero también despertó una corriente de solidaridad de una parte de ellos.
Una muestra de esto la dieron grupos de habitantes de la zona que durante varias horas fueron al área del accidente para regalar alimentos y bebidas a todos quienes desempeñan alguna labor en los trabajos de rescate.
“Hasta las 2, 3 de la mañana estuvimos ayer dándoles café, tortas, pan, sandwich, lo que se puede, observamos que toda la gente que está trabajando requiere de este tipo de alimentos”, dijo Elizabeth Villa, vecina de la zona.
La ayuda de los vecinos, alcanzó a trabajadores, vigilantes, rescatistas que desempeñaban alguna función en la zona de la explosión.
Mientras ocurría el retiro de escombros en lo que fue el hospital, las retroexcavadoras jalaban incesantemente los restos a los que quedó reducida la mayoría del Hospital.
Desde las 4 de la tarde de ayer jueves cuando se descartó la posibilidad de encontrar más personas atrapadas en la zona colapsada, ingresó al lugar maquinaria pesada para acelerar los trabajos.
Durante todo este viernes decenas de camiones de volteo entraron y salieron del lugar cargados con toneladas de cascajo.
Es en ese contexto que decenas de vecinos repartían alimentos en un gesto de solidaridad.
Entre este trajín, estaba Lorena, tía de José Ángel, el bebé de dos meses de edad que resultó con el 90 por ciento del cuerpo quemado tras la explosión y que fue trasladado este viernes a un hospital en Galveston, Estados Unidos para recibir atención especializada
El pequeño José Ángel vive en condiciones precarias con sus dos hermanos, su mamá y su abuelita, en un lugar en una vivienda muy reducida.
El resto de lesionados, consecuencia de la explosión se recuperan en diversos hospitales.
MACO
