Adam Lanza es el autor de uno de los peores tiroteos registrado en la historia de Estados Unidos.
Descrito como un joven callado, introvertido, antisocial, educado y muy inteligente, Adam Lanza, de 20 años, aprendió desde muy chico a usar rifles.
Su madre, Nancy Lanza, quien fue asesinada por su hijo minutos antes de la masacre en el colegio, era aficionada a las armas. Personas cercanas a la familia, aseguran que asistía a prácticas de tiro en el bosque y con ella iban sus dos hijos.
La mañana del viernes, Adam tomó de su casa un fusil AR-15, dos pistolas, una escopeta, cientos de municiones y un chaleco antibalas. Todo, propiedad de su madre.
Adam Lanza es recordado por sus ex compañeros como tímido y muy reservado. En clase apenas contestaba al profesor con un par de palabras y nunca habló de su vida privada. En la escuela, nadie supo de la separación de sus padres hace casi una década.
Un vecino que era contratado para cuidar a Adam mientras su madre trabajaba, señaló que se trataba de un niño muy difícil de controlar, pero no violento.
Sin cuenta de Facebook y ningún interés por las redes sociales, Adam lanza, ni siquiera apareció en el anuario de la preparatoria, donde en vez de su foto, se escribió la frase: "Tímido ante las cámaras".
Pero Adam sí destacó por sus calificaciones. Una amiga de su madre, aseguró que siempre hubo reconocimiento e incluso fue adelantado tres años, debido a su capacidad de retención.
Ryan Lanza, hermano mayor de Adam, a quien en un inicio se responsabilizó del ataque y la muerte de 27 personas, habló sobre un posible trastorno de personalidad. Dijo que a pesar de tener años sin tener contacto con su hermano, todos sabían que padecía un tipo de autismo y patrones de conducta desequilibrados.
Tras la masacre, ex compañeros de Adam manifestaron su indignación a través de redes sociales. Uno de ellos aseguró: "Desde que tenía 5 años era raro, no puedo decir que esté sorprendido por lo que ocurrió".
