Hallan un planeta similar a la Tierra

MADRID, España,
agosto 24, 2016.- Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un
planeta parecido a la Tierra, que orbita alrededor de su estrella, Próxima
Centauri, cada once días y tiene una temperatura que permitiría la existencia
de agua líquida en su superficie.

Los resultados
del estudio de este planeta, tan intensamente buscado y bautizado como Próxima
b, se publican en la portada de Nature, en un artículo cuyos dos primeros
autores son españoles: Guillem Anglada-Escudé, de la Universidad Queen Mary de
Londres, y Pedro J. Amado, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA).

"Este mundo
rocoso es un poco más masivo que la Tierra y es el exoplaneta más cercano a
nosotros y también puede ser el planeta más cercano que pueda albergar vida
fuera del Sistema Solar", afirma en una nota de prensa el Observatorio
Europeo Austral (ESO), y desde cuyos telescopios los expertos han logrado
identificar al planeta.

Próxima b orbita
alrededor de Próxima Centauri, una enana roja que es la estrella más cercana al
Sol y la posibilidad de que exista vida en los planetas en torno a este tipo de
estrellas es, a día de hoy, objeto de debate entre la comunidad científica
internacional.

Posibilidades
existen pero para verificarlas queda mucho trabajo por hacer y muchas horas de
observación con instrumentos, incluso, que aún están por construir, explica Pedro
J. Amado.

"Hablar de
vida en el nivel de conocimiento que tenemos del planeta es ir demasiado
lejos" porque, entre otras cosas, para que un planeta tenga una temperatura
sobre su superficie que permita agua líquida -lo que posibilita la aparición de
vida al menos como la conocemos- se necesita una atmósfera que lo proteja y
caliente".

Si el nuevo
planeta tuviera atmósfera con gases que produjeran efecto invernadero "sería
suficiente para calentar ese poquito más que necesitaría su superficie para que
el agua estuviera en estado líquido", según Amado, quien puntualiza que
también hay que demostrar, por tanto, que existe hielo en este cuerpo celeste.

"Esto son
dos pasos fundamentales", aclara Amado, para quien el hallazgo de Próxima
b es "super excitante" porque el planeta está, a escalas del
universo, "ahí al lado, en el rellano de nuestra casa".

Su estrella es
muy fácil de alcanzar para el estudio, y para este trabajo se observó durante
el primer trimestre de este año, además de usar datos públicos tomados en los
últimos 16 años.

Las
observaciones se hicieron con el espectógrafo HARPS del telescopio de 3,6
metros de ESO en La Silla (Chile) y la estrella fue monitorizada
simultáneamente con otros telescopios del mundo.

Esto se hizo
dentro de la campaña Pale Red Dot, en la que un equipo de astrónomos, dirigido
por Anglada-Escudé, buscaba el pequeño bamboleo que por la fuerza de la
gravedad provocaría en la estrella la existencia de un planeta en órbita,
explica el ESO.

"Seguí
revisando la consistencia de la señal todos los días durante las 60 noches de
la campaña Pale Red Dot: los 10 primeros fueron prometedores, los 20 fueron
consistentes con las expectativas y a los 30 días el resultado era muy
definitivo, ¡así que empezamos a redactar el artículo!", relata
Anglada-Escudé.

Las primeras
señales de un posible planeta se vieron en 2013, pero tal y como explicó
Anglada-Escudé en una teleconferencia organizada por Nature, es ahora cuando la
señal es convincente.

Los datos
precisan que el planeta tiene al menos 1,3 veces la masa terrestre que gira en
torno a Próxima Centauri cada 11,2 días a una distancia de unos 7 millones de
kilómetros, según una nota del CSIC.

Se piensa que en
torno al 70 % de las estrellas de nuestra galaxia son enanas rojas, como
Próxima Centauri, más débiles y pequeñas que el Sol. Este tipo de estrellas
presentan, además, períodos de actividad repentinos cuya señal puede
confundirse con la de un planeta, según Cristina Rodríguez, del IAA y también
autora.

Para excluir
esta posibilidad fueron claves las observaciones hechas por el telescopio ASH2,
en el observatorio SPACEOBS en San Pedro de Atacama (Chile), y operado por el
IAA, agrega Rodríguez.

Desde el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas español también se recuerda que el
proyecto Starshot, apadrinado por el físico británico Stephen Hawking, plantea
el envío de una flota de naves minúsculas al sistema estelar triple Alfa
Centauri, del que forma parte Próxima Centauri, para buscar planetas
potencialmente habitables.

"En el
marco de este proyecto, Próxima b constituye el único planeta que se podría
visitar en el plazo de una generación", concluye Amado.

BLR