Cara Delevingne, con 22 años es la modelo más influyente

CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 30-2014.- Cara Delevingne no tiene un rostro fácil, y además no hace nada por tenerlo. La modelo británica, que se declara "adicta" a las redes sociales, rompe con la rigidez de las sesiones de fotos y las pasarelas en cuanto tiene ocasión y disfruta haciendo muecas en photocalls de prensa y en internet.

"Abraza tus rarezas" es el lema de su cuenta de Twitter y la filosofía que parece seguir esta "entusiasta de la vida y de las cejas", como ella misma se define. En opinión de muchos, entre ellos el diseñador Karl Lagerfeld y el fotógrafo Mario Testino, esta belleza de rasgos felinos y melena descuidadamente despeinada está llamada a ser la nueva Kate Moss.

PEQUEÑA, PERO "MATONA"

Las comparaciones con la modelo británica llegan desde todos los frentes. Aunque casi veinte años las separan, ya han coincidido trabajando juntas para una campaña de la firma británica Burberry.

Además, las dos comparten su pasión por las fiestas y hacen gala de un ritmo de vida alocado, lo que ha provocado que la marca sueca H&M haya rescindido su contrato con la joven británica por un supuesto consumo de drogas, como le había pasado a Kate Moss en su día.

La altura de Delevingne tampoco es una de sus bazas, como tampoco lo fue de Moss, la veterana modelo a quien idolatra, de 1.64 centímetros de altura.

De la joven modelo dicen que mide menos de lo que su agencia publicita indica en su "book", y que incluso Marc Jacobs llegó a llamarla "enana" cuando se presentó para el casting de pasarela de Louis Vuitton, firma de la que Jacobs fue director creativo.

Sin embargo, "la energía" de la modelo acabó por conquistar al diseñador americano y Delevingne desfiló para la firma italiana en 2013.

De momento, ni su especial belleza ni su altura le han impedido contonearse en desfiles y campañas publicitarias de lo más variado. Versátil como pocas, destila la misma gracia en el show de Victoria’s Secret que en la alta costura de París.

Aunque el mundo de la moda se empeñe, el objetivo de Delevingne no es jubilarse encima de las pasarelas o poniendo su cara bonita en las campañas de moda. Quiere ser actriz y su mayor sueño "será siempre ganar un Óscar", ha declarado en más de una ocasión.

ENTRE TACONES Y GUIONES

Su camino en el mundo del celuloide parece haber empezado con buen pie. Delevingne tiene cinco títulos en cartera a la espera de estreno. En marzo llegará el primero, The face of an angel, inspirada en el caso de Amanda Knox, bajo las órdenes de Michael Winterbottom.

La modelo, quien ya había participado en el casting de la versión burtoniana de Alicia en el país de las maravillas estrenará los próximos doce meses otros cuatro filmes: el drama romántico Tulip Fever; el thriller London Fields, protagonizado por Johnny Depp; la producción adolescente Paper Towns; y Pan, la nueva versión cinematográfica de Peter Pan, en la que encarna a una sirena.

Su nombre se baraja también como parte del reparto de la película de superhéroes Suicide Squad, que tiene previsto saltar a las salas de cine en 2016.

Recientemente ha demostrado sus dotes de actuación en un videoclip de Donnie Trumpet & The Social Experiment.

UNA MODELO DE ALTA CUNA

Su frescura hizo que con marcas de precio asequible como Asos, Clark’s y H&M la pusieran en sus comienzos en las marquesinas de muchas ciudades del mundo. Últimamente, las marcas de lujo se la rifan: ha trabajado para Chanel, Stella McCartney, Fendi, Moschino o DKNY.

Moverse entre las celebridades tampoco es algo nuevo para ella. Aunque su estilo desenfadado de chica de la calle indique lo contrario, Delevingne pertenece a una aristocrática y acaudalada familia londinense.

Su madre es una de las mejores amigas de la Duquesa de York y su abuela era dama de compañía de la princesa Margarita, por lo que ha sido criada entre la crème de la crème de la sociedad londinense y se ha creado una agenda de contactos muy codiciada.

Cara es la menor de tres hermanas, Chloe y la mediática it-girl, Poppy. Educada en el progresista y bohemio colegio Bedales, entre sus compañeros de pupitre se sentaba Georgia May Jagger, hija de Mick Jagger y también modelo, y al que también han acudido también los hijos de Jude Law o, en su día, Lily Allen y Daniel Day-Lewis.

Habitual de las celebraciones de la alta clase londinense, todos la quieren en sus fiestas. La publicación inglesa Evening Standard la ha nombrado una de las mil personalidades más influyentes del 2011, en la categoría de "Más invitada", y la revista The Sunday Times la incluyó el año pasado entre las cien personas británicas más influyentes del siglo XXI.



UNA "PUNK" EN LAS PASARELAS

El año pasado, la joven modelo ganaba más de 6 mil euros al día (6,900 dólares) y registró su marca personal, de la cual su padre es codirector, en la oficina de propiedad bajo el nombre de Cara and co.

Este año ha recuperado el trono de "modelo del año" en los premios de la moda británica, que ya ocupó en 2011, año en el que su carrera sobre las pasarelas despegó.

Está claro que, también como modelo, hay Cara para rato. Quizás también la haya en el mundo de la música. Toca la batería y tiene aptitudes para la guitarra, como demostró hace unos días en la fiesta de Yves Saint Laurent "Loves your Lips". Tampoco le importarÌa formar una banda de rock, según dice.

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