Lugares embrujados que debes conocer

CIUDAD DE MÉXICO, México, oct. 31-2014.- Puertas que se abren y cierran solas, muebles movidos por fuerzas desconocidas, sombras e imágenes que aparecen súbitamente, pasos, gritos y golpes que se escuchan en salas abandonadas, presencias invisibles pero perceptibles; son algunos sucesos misteriosos investigados por Francisco Contreras Gil, escritor especializado en fenómenos paranormales.

El experto asegura que existen sitios con seres y sucesos inexplicables que te pondrán la piel de gallina y son ideales para visitar o al menos, conocer virtualmente en esta época de Halloween.

Los Espectros del Museo Reina Sofía

 

Según Contreras Gil, varios empleados de seguridad han informado que en el interior del famoso museo de Madrid.

“Existen testimonios de que los ascensores se han puesto en marcha una vez desconectados, puertas cerradas con llave se han abierto solas repentinamente,se han escuchado ruidos de pasos por los corredores y se han visto figuras fantasmales en las salas”, señaló Francisco.

El Hotel de los Muertos de Perú

 

En Lima se encuentra el Hotel Bolívar, uno de los edificios con mayor fama fantasmal de toda Sudamérica desde el siglo XX. La inquietante construcción es escenario de encuentros con lo absurdo y ha provocado el cierre de varias habitaciones y la intervención de fuerzas de seguridad del país debido al terror de los huéspedes.

“Los grandes pasillos abovedados del Bolívar, apodado “el rincón de los difuntos” , tienen apariciones de antiguos trabajadores fallecidos y clientes que se quitaron la vida en sus habitaciones, como una dama vestida de blanco que se dice que se suicidó en la habitación 666″,relata el también periodista.

Amityville, la Casa de los Horrores

 

El número 112 de la Avenida Ocean, en Amityville, Nueva York , fue la casa donde George y Kathleen Lutz depositaron sus ilusiones y sueños, pero se convirtió en la peor de sus pesadillas. Durante los veintiocho días que vivieron allí, experimentaron toda clase de fenómenos inexplicables como sombras errantes, olores fétidos y movimientos de objetos, lo que les obligó a abandonar la casa, según el autor de Casas Encantadas.

“En los baños y después en el resto de la mansión, surgieron sin causa justificada grandes cantidades de una sustancia negruzca y densa parecida al lodo,  enjambres de moscas y pequeños insectos afloraron por los dormitorios como una plaga, y la personalidad de George pareció influenciada por una fuerza malévola”, comentó el experto.

Winchester, la Casa de los Muertos

 

Cuando el esposo de Sarah Winchester murió, en 1881, la viuda del fabricante de armas se convenció de que necesitaba protección contra los malos espíritus de todas las personas muertas por los fusiles Winchester y el consejero espiritual de Sarah le recomendó encontrar una casa para atraer buenos espíritus. Sarah contrató a un equipo de carpinteros y artesanos para añadir habitaciones de forma indefinida a la mansión victoriana ubicada en San José, California.

La expansión continuó durante 31 años, hasta la muerte de Sarah en 1922, después de la cual, los trabajadores comenzaron a oír sus nombres susurrados desde los pasillos desiertos y pasos. Algunos aseguran haber visto al fantasma de Sarah.

El embrujado Museo Rabe

 

“En la ciudad española de Caceres, España, se encuentra un viejo caserón de dos plantas que alberga la Casa Museo Árabe Yusuf Al Borch. Este inmueble, conocido como “la casa de los muertos”  ha saltado a la fama por los extraños sucesos que se han desarrollado en su interior, un embrujamiento que siempre comienza de noche a la misma hora”, explica este cronista de lo insólito.

Según Contreras Gil, quienes han habitado en ese edificio han dado testimonio de fuertes golpes en tabiques y puertas, ventanas que se abren solas, muebles que se trasladan solos y ruidos de pisadas que llegan hasta las personas y se detienen junto a ellas.

Catacumbas parisinas macabras

 

Otro sitio que te pondrá los pelos de punta son las catacumbas de la capital francesa, un auténtico laberinto de más de dos kilómetros de longitud, situado en el corazón de París.

A una profundidad de 20 metros bajo el suelo almacenaron los restos de más de seis millones de parisinos, trasladados entre finales del siglo XVIII y mediados del siglo XIX, conforme los cementerios iban cerrando por razones de insalubridad.

“¡Detente, éste es el imperio de la muerte!”, reza un poema situado a la entrada de este osario, donde a lo largo de los años se han recogido testimonios de visitantes, que afirman haber visto figuras espectrales entre las filas de calaveras, sentido que los seguían o que unas manos rodeaban su cuello.

 

 

 

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