Israel cierra la Explanada de las Mezquitas tras atentado contra activista

JERUSALÉN, oct. 30, 2014.- La tensión se disparó en Jerusalén después que Yehuda Glick, un prominente activista de extrema derecha, fue herido de bala por un hombre que iba en una motocicleta, quien horas después fue abatido por la policía israelí.

 

El gobierno de Israel anunció el cierre de la mezquita al-Aqsa, luego del atentado contra Glick, portavoz de una organización que reclama la entrada de los judíos en la Explanada de las Mezquitas, reservada a los fieles musulmanes.

 

El ministro de Seguridad Pública, Yitzhak Aharonovich y el jefe de la policía de Jerusalén, Moshe Edri, ordenaron el cierre del Monte del Templo o Explanada de la Mezquita hasta nuevo aviso.

 

La policía israelí anunció este jueves que en un enfrentamiento murió Mutaz Hijazi, un palestino identificado como el responsable de atacar al rabino nacido en Estados Unidos, reportó el diario The Jerusalem Post.

 

Hijazi estuvo preso 11 años en una cárcel israelí, la mayoría de ese tiempo en régimen de aislamiento, antes de su liberación en 2012, bajo un acuerdo entre autoridades palestinas e israelíes.

 

Glick fue tiroteado a la entrada del Centro Menachem Begin, cerca de la Ciudad Vieja, tras dar una conferencia en un acto titulado “Israel regresa al Monte del Templo”, en la que han participado los parlamentarios Moshe Feiglin, Eliyahu Ben-Dahan y Miri Regev.

 

Los eventos recientes amenazan con una escalada de violencia en Jerusalén, ciudad que ha sido escenario de frecuentes enfrentamientos entre manifestantes palestinos y la policía israelí en los últimos meses.

 

NETANYAHU ACUSA A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL DE HIPOCRESÍA SOBRE JERUSALÉN

 

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó hoy a la comunidad internacional de hipocresía sobre Jerusalén y le exigió que actúe contra quienes, en su opinión, incitan y tratan de cambiar el status quo de la explanada de las Mezquitas.

 

Netanyahu volvió, sin embargo, a declarar este jueves que no tiene ninguna

intención de cambiar el statu quo en la Explanada de las Mezquitas.

 

En declaraciones al término de una reunión especial de seguridad sobre el intento de asesinato anoche del rabino Yehuda Glick, uno de los ultraderechistas judíos que luchan por cambiar el citado estatus, Netanyahu subrayó que la principal misión ahora es amainar la creciente tensión.

 

“Hace unos días, ya dije que hacemos frente a una ola de provocación por parte de elementos radicales islámicos y por parte del presidente de la Autoridad nacional Palestina (Mahmud Abbas), que dijo que se debe impedir por todos los medios a los judíos entrar en el Monte del Templo”, afirmó.

 

“Aún no es escuchado una palabra de condena de la comunidad de naciones por esas declaraciones inflamatorias. La comunidad internacional tiene que poner fin a su hipocresía y a actuar contra aquéllos que provocan, contra aquéllos que tratan de cambiar el estatus quo”, agregó.

 

Al hilo de este argumento, Netanyahu aseguró que ha ordenado un nuevo refuerzo de la seguridad en la ciudad santa para “restablecer la seguridad y mantener el estatus quo”.

 

La Explanada de las Mezquitas es el tercer lugar sagrado del Islam, tras La Meca y Medina, gestionado por administradores musulmanes desde el siglo VII y colocado bajo supervisión del Gobierno de Jordania desde la firma del tratado de paz en 1994.

 

Glick, uno de los líderes ultraderechistas más activos en la campaña de lobby para cambiar el estatus y abrir la explanada al rezo judío, fue tiroteado anoche por un presunto pistolero palestino a la salida del centro Menachen Begin, en Jerusalén oeste.

 

Presidente de la organización “Fieles del Monte del Templo”, recibió tres balazos a bocajarro y fue ingresado de inmediato en un centro médico de la ciudad santa, donde aún lucha por su vida.

 

Su supuesto agresor, identificado como un ex convicto palestino que trabajaba en el mismo centro, resultó muerto esta mañana por los disparos de la Policía en el vecino barrio de Abu Tor cuando al parecer se resistió a la detención.

 

“Esta batalla quizá sea larga, y en esta, como en otras batallas, lo primero que tenemos que hacer es reducir las llamas. Ninguna parte debe tomarse la justicia por su mano. Debemos ser cautelosos y actuar con determinación y responsabilidad, y eso haremos”, concluyó Netanyahu.

 

Esta mañana, y por primera vez en 40 años, Israel, que controla sus accesos, cerró el paso a todos los musulmanes que suelen rezar en este lugar en el que El Corán sitúa el inicio del viaje místico de Mahoma al cielo.

 

También, e igualmente por vez primera desde la polémica visita del ex primer ministro israelí Ariel Sharon en 2001 -preludio de la segunda Intifada- se cerró el acceso a los turistas a este lugar en el que el judaísmo sitúa el segundo Templo, destruido por el emperador romano Tito hace 2.000 años.

 

Israel no permitía ya, desde hace meses, la subida a este lugar a los musulmanes menores de 50 años, decisión -entre otras- que alimentó la llama del enfrentamiento que arde en los barrios árabes de la ciudad santa desde principios del verano.

 

El Gobierno israelí considera Jerusalén su capital indivisible desde que tomara la parte Este en la guerra de 1967, anexión que no reconoce la comunidad internacional.

 

En su columna de hoy, el reputado analista Narhum Barnea, uno de los principales líderes de opinión del diario conservador “Yediot Aharonot”, advertía del peligro que supone que el conflicto político devenga en otro de índole religioso.

 

AAE