MADRID, España, 1 oct. 2014.- En un ataque sin precedente de los partidos de ámbito nacional para acabar con la corrupción, el Partido Socialista ha denunciado ante la Fiscalía al antiguo Presidente de la Generalitat Jordi Pujol, por enriquecimiento ilícito. Pujol habría amasado durante sus 23 años de poder más de 2,300 millones de euros, es decir, unos 3,000 millones de dólares. Es mucho dinero y lo que si pide es que se justifique de dónde sacó tanta cantidad.
Recientemente Pujol se defendió en el Parlamento catalán aduciendo que él ya había nacido con dinero porque su padre pudo amasar una importante fortuna de 140 millones de euros. Dijo Pujol, en su comparecencia que a él no le hacía falta enriquecerse más porque tenía dinero suficiente y adujo que, si estaba en política era para servir a Cataluña.
Lo que la opinión pública se pregunta es cómo, independientemente de la herencia del padre, el ex Presidente catalán pudo hacer tanto dinero cuando el sueldo anual no llega a los 170,000 euros. Es verdad que estuvo 23 años pero, aún así las cuentas no le salen a la ciudadanía.
Pero es más, según apuntan algunas informaciones, el actual Presidente de la Generalitat Artur Mas podría haber cometido también irregularidades en los negocios dudosos de los Pujol.
Todo ello surge en un momento en el que Cataluña está en plena efervescencia soberanista. Resulta, cuanto menos extraño que se hable de honestidad, de independencia y de ética -Pujol tenía una Fundación que propugnaba la moral y la ética- cuando, por otro lado aparecen negocios tan turbios como los que habría cometido Pujol y su familia.
Entre los delitos estarían el de prevaricación, blanqueo de capitales u otros que hacen referencia a la corrupción y todos, por la gravedad están penados con cárcel.
Alberto Peláez
