Cómo surgió el Estado Islámico

CIUDAD DE MEXICO, México, 3 oct. 2014.- El grupo “Estado Islámico” es una organización fundada en el 2006 en territorio iraquí para combatir a las tropas estadounidenses.

 

Se formó con la alianza de 8 grupos fundamentalistas, entonces bajo el nombre de de “Estado Islámico de Irak” (ISIS).

 
Sus métodos se basaron en secuestros, asesinatos y atentados terroristas, para luego convertirse formalmente en un grupo guerrillero. Desde entonces se destacó como uno de los más crueles y violentos.

 

Al principio, su meta era la lucha contra las tropas estadounidenses y el derrocamiento del régimen iraquí. Y es que además, el grupo es de origen sunita, como el régimen de Saddam Hussein por lo que considera al actual gobierno de origen chiita, como su rival.

Ante la rebelión en Siria contra el régimen del presidente Bashar Al Assad, el grupo decidió participar, desplazando a otras organizaciones como “Al Nusra”, que es la filial de Al Qaeda, lo que ha generado conflictos con esa agrupación y con la misma Al Qaeda, que pierde influencia en el Medio Oriente.

 

Incluso su meta se volvió más ambiciosa al pretender la creación de un nuevo país con los territorios de Irak y Siria, por lo que cambió su nombre a “Estado Islámico de Irak y Levante”.

No obstante, el nombre volvió a cambiar pues ahora la nueva meta es la creación de un califato a nivel mundial, esto es, un tipo de gobierno característico del Islam, que desapareció al finalizar la Primera Guerra Mundial.

 

Este se basa en la figura de un califa, que reúne la autoridad política y religiosa y que gobierna bajo las leyes del Islam. Por ello el grupo ha lanzado un llamado a todos los musulmanes a fin de que juren lealtad a su líder y participen en los combates contra sus enemigos.

 

Su líder es Abu Bakr Al Baghdadi, un personaje que cuenta con estudios sobre el Islam, que se dice descendiente del profeta Mahoma y que evita aparecer en público.

 

El grupo se ha convertido en la principal organización armada en Irak y Siria, pues cuenta con numerosos milicianos, con armas modernas y con importantes recursos económicos. Incluso se ha apoderado de importantes arsenales, incluidos vehículos blindados, que ha arrebatado al ejército iraquí.

 
Este le ha permitido obtener importantes victorias militares en Irak y Siria, lo mismo contra las tropas gubernamentales, que contra el resto de los grupos armados, como los kurdos.

Un reciente reporte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), señala que en los últimos meses el “Estado Islámico” ha incrementado el número de sus milicianos tanto en Irak como en Siria, hasta alcanzar a entre 20 mil y 31 mil combatientes. De ellos 15 mil son extranjeros, destacando 2 mil guerrilleros provenientes de países occidentales.

Y es que además de los milicianos llegados de Chechenia, Arabia Saudita y Yemen en las guerras en Irak y Siria, también participan alrededor de 2 mil yihadistas nacidos en Occidente.

 
La mayoría son de países europeos con fuerte presencia islámica, como Francia, Gran Bretaña, Alemania, España, Bélgica y Dinamarca.

 
De acuerdo con el gobierno británico, alrededor de 800 de sus ciudadanos se han unido al grupo fundamentalista. Otros reportes señalan que también participan algunos centenares de franceses y habría más de 100 islamistas con ciudadanía estadounidense.

En algunos casos se trata de personas convertidas a esa religión, pero la mayoría son descendientes de inmigrantes llegados a territorio europeo o estadounidense, por lo que cuentan con pasaportes occidentales.

 
Algunas versiones señalan que este ascenso del “Estado Islámico” se originó en la falta de acción estadounidense. Y es que de acuerdo con Wikileaks en el 2010 el régimen sirio ofreció cooperar con Estados Unidos para frenar el paso de militantes del grupo islamista que pasaban por Siria en camino hacia Irak. Sin embargo, la administración estadounidense no se habría mostrada interesada.

 

En tanto, el presidente Barack Obama, reconoció en días pasados que los servicios de inteligencia estadounidenses subestimaron a ese grupo, pues no previeron su creciente poder y apoyo alcanzados en Irak y Siria. Pero otras voces señalan que en realidad se trató de un error estratégico, pues la potencia prefirió no intervenir en Siria, un aliado de Rusia, a fin de no involucrarse en un nuevo conflicto.

 
Mauricio Meschoulam; Académico Universidad Iberoamericana:

“La Casa Blanca no quiere involucrarse en un conflicto que cada vez está más complicado. Estamos hablando de una intervención importante, en momentos en los cuales Estados Unidos se encuentra recortando su intervención en Afganistán tratando de hacer ahorros al presupuesto militar y además habría que explicarle a la ciudadanía que una vez más Estados Unidos va a un país de Medio Oriente”.

Asimismo y pese a su postura contraria al presidente sirio Bashar Al Assad, Estados Unidos no brindó apoyo relevante a los grupos rebeldes moderados como el “Ejército Libre Sirio” integrado por ex militares, políticos y líderes sociales, ante el riesgo de que armas avanzadas pudieran caer en manos de grupos islamistas.

 

Tampoco autorizó los ataques aéreos, por el temor a modificar los equilibrios de poder.

 
Mauricio Meschoulam

Académico Universidad Iberoamericana

“Obviamente va a mermar al ejército sirio, pero esto va a favorecer entre otros actores no sólo a una oposición unificada, sino que va a favorecer a militantes islamistas. ¿Qué ha preferido hacer Obama? Mantenerse al margen y dejar que los grupos rebeldes sigan haciendo su trabajo con financiamiento indirecto por parte de Qatar, por parte de Turquía, de Arabia Saudita”.

Las victorias del grupo “Estado Islámico” además le permitieron alcanzar nuevas fuente de ingresos. Al dinero que obtiene del pago de secuestros, los donativos de simpatizantes se suma la venta ilegal de petróleo, que obtenía de los pozos capturados en Irak y Siria, así como una docena de refinerías que se han convertido en los objetivos principales de los ataques aéreos actuales.
 

Juan José Alvarado.