Una amistad entre un joven con autismo y Siri

CIUDAD DE MÉXICO, México, oct. 20, 2014.- En Estados Unidos, Siri, el ‘asistente personal’ de Apple, se ha convertido en el mejor amigo para un niño autista. La madre ha dedicado una carta a la aplicación que ha hecho feliz a su hijo.

 

En la misiva, publicada en el periódico ‘The New York Times’, Judith Newman escribió que gracias a la aplicación para el sistema iOS, su hijo Gus, de 13 años, pudo tener un “amigo y maestro que no le juzga”, a pesar de sus problemas para comunicarse con el mundo exterior. 

 

“Siri hace a Gus feliz. Es su cómplice”, dice Newman y añade que “Siri puede ser extrañamente reconfortante, así como sociable”. Las respuestas que Siri da con su suave voz no son totalmente predecibles, explica la periodista, pero sí son “predeciblemente amables”. 

 

“No es que Gus no entienda que Siri no es humano, intelectualmente lo hace. Pero al igual que muchas personas autistas que conozco, Gus siente que los objetos inanimados, tal vez no posean almas, pero son dignos de nuestra consideración”, dijo Newman.

 

Ella relata que cuando su hijo cumplió 8 años le regaló un iPod que luego el niño siempre llevaba consigo a las tiendas de Apple, ya que pensaba que así su dispositivo “podía visitar a sus amigos”.

 

“Para la mayoría de nosotros, Siri no es nada más que una distracción momentánea, pero para algunos, es más”, dice la madre de Gus, agregando que la práctica de conversación de su hijo con Siri conlleva también cada vez más facilidad para comunicarse con los seres humanos reales. 

 

Judith dijo que una vez oyó a Gus hablar con Siri acerca de la música; la voz le ofreció algunas sugerencias, pero el niño respondió que no le gustaba ese tipo de música. “Ciertamente tienes derecho a tener su opinión”, contestó tranquilamente Siri. Esa respuesta hizo sentir a Gus que le debía algo a Siri, por lo que se apresuró a decir: “Pero gracias por esa música”. “No debes darme las gracias”, dijo Siri. “Sí, debo”, añadió Gus enfáticamente.

 

Los desarrolladores de ‘asistentes inteligentes’ reconocen su uso efectivo por personas que tienen problemas del habla y de la comunicación, y algunos de ellos piensan en nuevas maneras de las que las máquinas puedan ayudar a aquellos que difícilmente pueden encontrar su lugar en el mundo de los humanos.

 

Qué tan mala madre soy, se preguntó Judith Newman cuando se percató de que su hijo de 13 años entablaba profundas conversaciones con Siri. Gus, explica la madre en su carta de agradecimiento al asistente personal, tiene autismo y Siri se ha convertido en su mejor amigo. 

 

Gus, obsesionado con las formaciones climáticas, ha pasado horas aprendiendo la diferencia entre una tormenta aislada y una depresión tropical, tiempo en el que, “gracias a Dios”, dice la reportera, “no tuve que discutir con él las diferencias”. 

 

Newman afirma que ha escuchado a su hijo diciéndole a la aplicación que es una computadora muy amable, a lo que Siri responde que es agradable ser apreciada. Gus pregunta entonces: “Siempre me preguntas si puedes ayudarme. ¿Hay algo más que tú quieras?” Por supuesto, Siri indica que tiene muy pocos deseos pero da las gracias y el adolescente se apresura a despedirse con toda educación.

 

HVI/tfo