PARIS, Francia, 29 sep. 2014.- Se trata de una de las mayores preocupaciones de los servicios de inteligencia de los países europeos: Crece sin cesar el número de combatientes occidentales que viajan a Siria y a Irak para unirse a las filas de los islamistas radicales. Pueden volver muy transformados por la guerra y la radicalización, dispuestos a perpetrar atentados en su propio país.
Cientos de franceses fueron seducidos para dejar el confort de sus hogares y unirse a la yihad o guerra santa islamista.
Las redes de reclutamiento y adoctrinamiento, muy, muy bien organizadas, se ven particularmente activas en Internet, el principal centro de enrolamiento, un terreno mucho más fértil que las mezquitas que se encuentran bajo estrecha vigilancia.
La publicidad de los guerreros de la yihad islámica que se difunde en la web capta cada vez más la atención, sobre todo de los jóvenes, y no necesariamente musulmanes.
Una adolescente gala de 14 años fue detenida en la región de Bretaña (en el noroeste de Francia) bajo sospecha de planear actos terroristas en su país. La joven deseaba partir hacia Siria a la yihad.
Fue la madre de la menor quien avisó a la policía de su extraña conducta, su repentina conversión al Islam y el frecuente intercambio de mensajes con los islamistas vía Internet.
El arresto tuvo lugar en el hogar de la adolescente situado en la ciudad de Quimper. Posteriormente la menor fue trasladada a París, se encuentra en un centro de detención temporal en esta capital.
Hace unas semanas dos amigas suyas, de 15 y 17 años, habían sido detenidas en el sur de Francia por planear sumarse a la yihad en Siria.
La policía sostiene que otra menor, de 14 años, originaria de Argenteuil (cerca de París), amiga cercana de las tres jóvenes detenidas, ya logró entrar a la zona del conflicto.
Según el Ministerio galo del Interior, más de 900 franceses combaten en las filas de los terroristas en Siria e Irak o se están dirigiendo a esos países para actuar en el teatro de operaciones.
Kasia Wyderko
