GUATEMALA, Guatemala, Sep. 19, 2014.- Luego de quince meses de haberse comprometido como región ante el flagelo de las drogas a nivel mundial, se llevó a cabo la cuadragésima sexta General Extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la capital guatemalteca.
Como lo ha hecho desde hace dos años y nueve meses, el mandatario guatemalteco, Otto Pérez Molina, lideró este encuentro de cancilleres extraordinaria, para encontrar nuevas políticas y soluciones ante el problema de las drogas, que continúa situando a la región centroamericana como una de las más violentas, sin contar con un conflicto o guerra.
Afrontar la responsabilidad como países de paso y transito de las drogas que llega hacia los Estados Unidos nos ha costado miles de vidas durante la última década, y ya es momento de buscar nuevas alternativas y formas exitosas y certeras para el combate a este flagelo que continúa dándonos mayores problemas a los países que no producimos ni consumimos.
Esta postura ha sido apoyada por la mayoría de países que integran la Organización de Estados Americanos, incluyendo a México, quien tuvo en representación de su país al canciller, José Antonio Meade y a la Subsecretaria, Vanessa Rubio, quienes se abstuvieron de hablar a la prensa, pero que han apoyado esta medida desde su inicio.
La participación a esta reunión extraordinaria fue masiva, las 36 delegaciones que la conforman tuvieron su participación y han demostrado una seria preocupación por abordar este tema, considerado por la OEA como un problema de salud pública a nivel mundial.
Encontrar una solución equitativa e igualitaria para enfrentar esta problemática no dará resultados, indicó el presidente de la misma, José Miguel Insulsa, quien considera oportuno encontrar políticas públicas particulares para cada país que padece y sufre el tema de las drogas. Estado Unidos no ha abordado este tema enfrentándolo con propuestas como combatirlo con una Guerra en contra de las Drogas, ellos han entendido que es un problema de salud pública y los demás países deben de entenderlo, añadió Insulsa.
El 90% de la droga que llega hasta los Estados Unidos, el mayor consumidor de estupefacientes, pasa por territorio centroamericano, y a pesar de haberles declarado una guerra desde hace más de dos años para combatir este problema, los resultados se han visto reflejados en el aumento de la violencia, con más de trece ciudadanos asesinados diariamente, sólo en territorio guatemalteco; evidenciando el fracaso de esta guerra que ha convertido en un campo de batalla al territorio centroamericano.
HVI
