Conductores de autobuses en Paraguay se crucifican

ASUNCION, Paraguay, sep. 10. 2014.- Tres conductores de autobuses de larga distancia se crucificaron el miércoles en la periferia este de la capital paraguaya en protesta por haber sido despedidos sin causa aparente ni aviso previo.

 

La patronal dijo que la Dirección Nacional de Trabajo canceló la autorización a la línea de transporte debido a que problemas internos de la empresa impedían la prestación de servicios, pero que la empresa está dispuesta a reincorporar a los trabajadores.

 

Una decisión final será discutida el viernes próximo entre la patronal y el sindicato de choferes con la mediación de funcionarios del ministerio del Trabajo.

 

Elvio Cristaldo, Eligio Martínez y Clemente Lovera, quien también se cosió la boca, dijeron que mantendrán la medida extrema hasta lograr su reincorporación a la compañía.

 

“Tengo 17 años de antigüedad en la empresa Pykasú y la patronal nunca pagó su parte del seguro médico ni el aporte para la jubilación. Llegamos a esta situación dramática para que las autoridades estatales intervengan y pongan orden en la compañía”, explicó Martínez, acostado debajo de una precaria tienda frente a la estatal oficina de regulación del transporte por carretera.

 

En tanto, y hablando con dificultad por tener la boca cosida, Lovera manifestó su decisión “de hacer, incluso, una huelga de hambre todo el tiempo que sea necesario para lograr nuestra reincorporación. Tengo dos hijos y otros 25 compañeros choferes están en las mismas condiciones de desempleo”.

 

Los hombres, que unieron sus manos a la cruz de madera con clavos de ocho pulgadas, permanecen recostados en el suelo.

 

El sindicalista Bruno González comentó que la compañía Pykasú quebró y que el Ministerio del Trabajo intervino para otorgar a otra empresa el itinerario en rutas del interior del país y así cumplir con el servicio. La nueva compañía se comprometió a incorporar a los que quedaron sin trabajo “pero aún no conocemos en qué condiciones específicas”.

 

El gerente de la empresa Pykasú, Marcos Arias, dijo que “nuestra empresa explota dos itinerarios, uno de ellos con los buses Pykasú y otro con buses Alto Paraná. Son dos denominaciones de la misma compañía. Como estamos teniendo inconvenientes internos (sin especificar cuales son) comunicamos a la Dirección Nacional de Transporte (Dinatran) y al ministerio del Trabajo que Alto Paraná ya no podía prestar servicios”.

 

Agregó que ante el aviso la Dirección de Transporte canceló el 2 de agosto pasado la autorización de trabajo que tenían los buses de Alto Paraná y transitoriamente autorizó a otra compañía a prestar servicios.

 

Arias indicó que “en homenaje a la paz laboral que necesitamos, vamos a reincorporar a 23 conductores, pero con la ayuda de Dinatran que prometió conseguir para nuestra empresa, seis autobuses de forma que los reincorporados trabajen”.

 

Las crucifixiones como forma de protesta social comenzaron en 2004 cuando miembros de un sindicato de médicos reclamaban un aumento salarial y la entrega de medicamentos a los hospitales públicos.

 

HVI