Tensa reunión entre presidentes de Rusia y Ucrania

MINSK, Bielorrusia, ago. 26, 2014.- Los presidentes de Rusia y Ucrania se reunieron este martes en terreno neutral para conversar cara a cara por primera vez desde junio sobre la lucha entre el gobierno y los separatistas prorrusos que desangra el este ucraniano.

 

El ruso Vladimir Putin y el ucraniano Petro Poroshenko fueron acompañados por los presidentes de Bielorrusia y Kazajistán y tres altos funcionarios de la Unión Europea en la capital de Bielorrusia, Minsk.

 

“El destino de mi país y de Europa se decide hoy aquí en Minsk”, dijo Poroshenko el martes al comienzo de las conversaciones. “Los intereses de Donbass (el este de Ucrania) han sido y serán tenidos en cuenta”.

 

Se anticipa que el presidente ucraniano busque un acuerdo negociado, no una victoria militar, para la lucha que comenzó en abril. Esa fue la opción que propugnó la canciller alemana Angela Merkel en una visita a Kiev durante el fin de semana.

 

Al abrir la reunión del martes, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko instó a ambas partes a “descartar las ambiciones políticas y no buscar dividendos políticos”.

 

Las conversaciones tienen lugar en momentos en que Ucrania anunció haber capturado 10 soldados rusos en el este de Ucrania y que la lucha abrió un nuevo frente en el sudeste. Kiev ha acusado reiteradamente a Moscú de apoyar y armar a los rebeldes, lo que Rusia niega.

 

Putin se ha resistido hasta ahora a los pedidos de los rebeldes de ser anexados por Rusia, al contrario de lo que hizo en marzo cuando se anexó la península de Crimea. Pero periodistas en la frontera han visto a los rebeldes con un amplio arsenal militar, incluso tanques, lanzamisiles Buk y vehículos blindados de transporte de personal, y también a muchos rusos entre los combatientes rebeldes.

 

Ucrania quiere que los rebeldes desocupen el territorio que capturaron en el este, mientras Putin quiere retener cierta influencia sobre la región ucraniana de habla mayormente rusa para que Ucrania no se incorpore a la OTAN ni a la Unión Europea.

 

Mientras tanto se elevaban gruesas columnas de humo desde los suburbios de la ciudad de Novoazovsk, en una región separatista prorrusa pero que hasta ahora casi no había sido escenario de los enfrentamientos entre el gobierno y los rebeldes. Ucrania acusó a estos y sus supuestos partidarios rusos de tratar de expandir el conflicto.

 

Fue el segundo día de ataques en las cercanías de esa ciudad.

 

Residentes de Novoazovsk, algunos de los cuales se aprestaban a huir, dijeron a The Associated Press que no estaba en claro de dónde procedían los cañonazos el martes.

 

Funcionarios ucranianos dijeron el lunes que la artillería provenía del lado ruso de la frontera. Un soldado ucraniano que no quiso dar su nombre sugirió que podría proceder de los rebeldes tratando de eliminar un lanzacohetes ucraniano.

 

El coronel Andriy Lysenko, vocero del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, atribuyó los cañonazos a “mercenarios rusos”.

 

Novoazovsk está junto al Mar de Azov sobre la carretera que va de Rusia al principal puerto ucraniano de Mariupol. La misma carretera pasa por Crimea, la península en el Mar Negro que Rusia se anexó en marzo.

 

Ucrania dijo que una columna de tanques y vehículos blindados rusos entró el lunes en territorio ucraniano al norte de Novoazovsk, incrementando la posibilidad de que los separatistas prorrusos se propusieran controlar una franja de tierra que uniría Rusia con Crimea.

 

“Rusia trata de abrir un nuevo frente”, dijo Lysenko a la prensa.

 

KAH